Revista Psicología

Si no lo nombras…¿existe?

Por Saval

Publicado por Álvaro Saval

Entiendo que hay cosas que no existen más allá de la medida en que hablamos de ellas.

Las pseudociencias basan su efecto en la capacidad de charlatanería de sus gurús para convencer personas incautas. A parte de corrientes sociales o culturales que promocionan o hacen desaparecer según qué ideas. Entiendo por tanto que en ausencia de charlatanería, sin nadie que pregone supuestos milagros, las pastillitas azucararadas no serían más que eso. Podemos responder entonces que no. No existe, si no lo nombramos.

Sigamos. Nadie dimite por "robar" y en esto quiero hacer especial hincapié. La gente dimite porque le pillan. O pide perdón o muestra arrepentimiento no por los hechos que suceden sino por la circunstancia de que ese hecho se haga público. Porque, claro, en última instancia con pedir perdón es suficiente y no hay que dimitir. Si nadie nombra el hecho malo, el delito, nadie dimitiría. Podemos responder entonces que no. No existe, si no lo nombramos.

Sigamos. Es difícil encontrar en periódicos cifras sobre las agresiones de odio que suceden en este país. De las que se tiene constancia, claro. Porque de algunas de ellas que suceden contra gente fuera del sistema ya será imposible encontrar datos. Entonces se genera una idea de país tolerante y respetuoso. No hay agresiones. Lo hemos oído este fin de semana respecto al orgullo. Podemos responder entonces que no. No existe, si no lo nombramos.

El hecho, el acto, el suceso es independiente de que se describa, se comente. Las cosas pasan aunque estemos mirando para otro lado. O aunque las estemos mirando pero no nos dejen comentarlas. No son igual los tres ejemplos. Lo tengo claro. Pero no estoy planteando la diferencia entre ellos (es lógico que en el primer ejemplo si nadie hablase, no tendría efecto...pero porque hablando de ello, tampoco lo tiene). Estoy hablando de que el mal está ahí aunque no podamos desde hoy denunciarlo.


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