Revista Cultura y Ocio
Si por mí fuera te la haría difícil recién después de haber sido tentador. Te escribiría cosas bellas, descuidadamente beatíficas, arrucumacadoras. Y sí, lo haría así, usando alabanzas nuevas, nadando en lo inexistente, arrancando tus grilletes y esposas, como un libertador. Pero al rato, en el mejor momento del momento, ese en donde las palabras resuenan, repercuten, ese en el que las letras se agigantan a deseos y ya no existe el susurro de voz sino de alma y tu suspiro… ahiií… reduciría el tamaño de la gráfica hasta lo imposible, al principio suavemente, después díscolamente, y luego ya te parecería amenazador. Ahí me haría buscar con lupa y con binoculares. Que tengas que llevarme al microscopio y que eso no te alcance. Pondría un agujero negro y que se caigan, se vayan yendo a pique todas mis palabras, todos mis significados, mis oraciones y mis letras, y así también caiga tu llanto, tu soledad y caiga tu amor, hacia el abismo desesperado de mi soledad más inefable y absoluta.