Este libro es una mezcla de sentimientos y de ideas que me pasan por la cabeza, y que quería compartir contigo. Se trata de pequeños textos inspiradores y motivacionales que son aplicables y válidos para tu vida personal, y también para la profesional. Los he denominado "píldoras". Reflejan un estado de ánimo y, en sí mismos, una forma de ver la vida desde un punto de vista activo y emprendedor. Por supuesto, ésta no es una verdad única. Simplemente es la mía, y estoy convencido de que puede llegar a ser interesante para mentes inquietas que la lean con optimismo y anchura de miras.
Así que aquí estamos los dos. Bienvenido. Si buscas algo de inspiración, un poco de motivación, alguna respuesta y una pizca de sarcasmo, estás en el lugar indicado. Así que no se hable más. ¡Que empiecen los juegos!
La suerte es Dios que trabaja desde el anonimato.
"El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse sise pasa."
Miguel de Cervantes
Tengo la convicción de que una de las cosas que más frustración nos suscita es la confusión que existe entre dos conceptos que, aunque similares, no significan lo mismo. Me refiero a la suerte y a la fortuna.
Es importante diferenciarlos, ya que a veces pueden provocar equivocaciones que afectan a nuestra vida cotidiana. La suerte -ya sea buena o mala- es fruto del azar y, por lo tanto, es poco probable que haga aparición de forma inesperada en nuestras vidas. Sin embargo, la fortuna llega a nosotros siguiendo el curso natural de las cosas. Te pondré un ejemplo. Imagina que en un avión con destino a un lugar paradisíaco del mar Caribe viajan dos personas bien distintas.
El hijo del sultán de Brunei tiene la fortuna de viajar en primera clase, ya que su estatus económico y familiar se lo permiten -de hecho, podría permitirse comprar la línea aérea si se encapricha en pleno vuelo-. Por su parte, Pepe, becario de una multinacional española, tiene la suerte de que debido a un exceso de pasaje, la tripulación le haya trasladado a los asientos de primera clase. La suerte en pequeñas dosis influye constantemente en nuestras vidas. De hecho, si lo pensamos fríamente, la vida es rutinaria y predecible, excepción hecha de las constantes interrupciones del azar y de la mala suerte.
Yo me tomo un café cada día en el bar que hay debajo de mi oficina y tengo la certeza de que ese café no me matará. Es decir, se trata de una acción rutinaria que no pone mi vida en ningún tipo de riesgo -pese a que a veces creo que el dueño de la cafetería pretende todo lo contrario-. Ahora bien, si al cruzar la calle, un mensajero kamikaze me atropella con su moto, en ese caso el azar, por medio de un golpe de mala suerte, rompe de forma fatídica mi rutina diaria -y, de paso, tal vez algunos huesos.
Podríamos afirmar que existen dos grandes motivaciones vitales: la salud y la riqueza, y para alcanzar esta última hay tres vías muy diferentes: -A la vieja usanza. Es decir, por medio del esfuerzo, del tesón, del talento, del desarrollo de un acertado plan vital y del trabajo duro. -La fortuna. Por ejemplo, merced a una herencia o a una acción dada -nacer en determinada familia o entorno. -La suerte.
Un regalo de los dioses, un vaivén de la vida. Por ejemplo, el premio gordo de la lotería. Como puedes comprobar, la suerte y la fortuna son diferentes. Podríamos resumirlo de la siguiente manera: siempre obtendremos las cosas positivas a través de nuestras habilidades, mientras que las negativas llegarán a nosotros incentivadas por nuestros defectos.