En Sevilla ya corre un dicho que dice que si quieres que algo no funcione dáselo a Fran Fernández, el delgado de movilidad. Toda gestión que cae bajo el amplio paraguas de su responsabilidad está condenada de antemano al fracaso.
Es el máximo responsable se la situación de quiebra irremediable que padece Tussam, pero como si no se conformase todavía, además es el impulsor de un plan de tráfico que no contenta a nadie y el causante directo de la ruina inacabable de los aparcamientos que no se construyen nunca. Por no hablar de otras menudencias.
Y digo yo, ¿es viable un plan de tráfico restrictivo, tal vez necesario, pero sin los aparcamientos disuasorios que lo complementen? La pregunta parece de fácil respuesta, pero para Fernández lo fácil no tiene aliciente alguno.
