Revista Atletismo

Si te caes, te levantas. Perdonando al Maratón

Por Medrunning @medrunning
Durante los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, hemos podido disfrutar de una de las pruebas más duras e ingratas del atletismo: el maratón. Concretamente en su versión femenina, es donde más he sentido su caracter duro, agrio y melodramático a nivel español.
Si os soy franco, no vi la prueba ni tengo intención de verla. No porque no me guste, sino porque son dos horas y pico viendo correr a super mujeres, y por muy emocionante que sea...no siempre hay tiempo para ello. Sin embargo, sí que estuve pendiente de las tres españolas.
Tenía muchas ilusiones depositadas en ellas: Estela Navascues, Alessandra Aguilar y Azucena Días. Pero no en que fueran a ganar, no en que fueran a conseguir una pedazo de marca. Para nada. Mis ilusiones estaban puestas en que terminasen, en que fuera capaces de dar lo mejor de ellas mismas y que dentro de sus propios (y realistas) objetivos, cumplieran con lo previsto.
Pero me llevé un chasco. Únicamente Azucena fue capaz de terminar en un excelente puesto 34. Debido precisamente al caracter imprevisible, caprichoso y jodido de la maratón, tanto Estela como Alessandra, cayeron en el campo de batalla. Y no se lo recrimino. 
Todas. Las tres campeonas. Son grandísimas atletas. Haya pasado lo que haya pasado, lo siguen siendo y es un orgullo para España que nos representen. Pero en esta entrada, y pese a que no soy atleta de élite, entiendo y me pongo en el pellejo de las dos "que cayeron".
Dentro de poco hará un año desde que corrí mi última maratón: Murcia. En ella, me regalaron la oportunidad y la responsabilidad de ser liebre de 4 horas. Por una cosa o por otra, fallé, no me fue bien y terminé sucumbiendo a la primera (y la única) maratón en la cual mis objetivos no se han cumplido y en la cual terminé anímicamente destrozado y desmotivado.
Si te caes, te levantas. Perdonando al Maratón
Sin embargo (y es por lo que escribo esta entrada), hay que aprender a perdonarse a uno mismo. Hay que aprender que la maratón, esa prueba tan jodida, no siempre sale como uno quiere. De hecho, tienes muchas "papeletas" de que no te salga como tu esperabas.
Hay que aprender que un fallo, un tropiezo, le puede ocurrir a cualquiera. Lo mismo peta, explota o revienta una atleta de élite absolutamente preparada, que un mindundi normal y corriente como el que os escribe estas líneas. Le puede pasar a cualquiera.
Y en base a ello, hay que saber perdonarse a uno mismo. Durante horas, pude ver en redes sociales mensajes de ánimo a Alessandra y a Estela. Mensajes donde su retirada, era secundaria. Para sus seguidores, para sus fans, lo importante era su salud, su bienestar. Lo importante era el hecho de apoyarlas incluso en el fracaso, en el tropiezo de la maratón.
Algo así me ocurrió en su día. Recibí muchísimos mensajes de apoyo. Mis familiares, mis amigos, todos buscaban que me levantase, que no me deprimiese y que volviera a movarme con la maratón. Un fallo lo tiene cualquiera, y no siempre te puede ir bien.
Incluso el mismo día de la prueba, al terminarla, tuve el apoyo y el aliento de su organizador. De un Manolo Rico al que estaré eternamente agradecido. Si una persona como él, un maratoniano nato, un maratoniano veterano y consumado, puede excusarme...¿por qué no aprender la lección, perdonarte a ti mismo y "tirar pa lante"?.
Han hecho falta meses para conseguir reparar esa cicatriz. Una herida que no os deseo a ninguno de vosotros, pero que puede pasaros. Todos somos "mortales" en la maratón. Y es por ello que os animo a aprender a perdonaros cuando una carrera no os vaya mal.
Descansad física y mentalmente. Daros un tiempo de reposo, de cambio de aires, entrenad sin objetivos simplemente disfrutando de correr/andar. Buscad inspiración, motivación en vuestras salidas. Volved a soñar con cruzar la meta de un 42K. Y sobre todo, aprended de los errores cometidos, de aquello que podríais haber mejorado, y sacad vuestro lado más guerrillero para volver a intentar superar esa carrera, esa maratón, en la que no os fue tan bien.
De la misma forma que Estela y Alessandra volverán a competir, volverán a liarla parda en una maratón española, yo también lo haré. El cuando, lo desconozco. Pero al menos, ya he perdonado al maratón y me he perdonado a mi mismo, tal y como harán estas atletas a su vez.
Por supuesto, volveré a correr algún día la Maratón de Murcia. No sólo porque es una de las maratones más bonitas (y duras) de España, si no también para quitarme esa espinita de completarla en 4 horas o al menos, de terminarla con una sonrisa de satisfacción.
Desde MedRunning, darle la enhorabuena y las gracias a Alessandra, Azucena y Estela por haber competido en los Juegos de Río por España. Espero que muy pronto os estemos viendo en alguna prueba, donde terminéis con una grandísima sonrisa.
Y a todos mis lectores: disfrutad de cada carrera. Disfrutad de cada entrenamiento. Disfrutad de vuestras victoras y perdonaos en vuestras derrotas. El deporte no es el fin de la vida, es la razón para alargarla y disfrutarla al máximo. Un saludo maratoniano.

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