Revista Cultura y Ocio
No puede ser que los grandes envejezcan. Acostumbrados a ver a Mike Jagger que, de lejos, parece que tiene 25 años, o a Madonna que está mejor que cuando era adolescente, esto de asistir a los bajones de los ídolos me llena de tristeza profunda. Anoche Morrisey perdió el conocimiento en un concierto en Swindon, al oeste de Inglaterra, enmarcado dentro de una gira europeo-americana que después de esto no sé cómo quedará. Fue al cantar This Charming Man cuando parece ser que el ex cantante de los Smiths perdió el norte, el sur, el este y el oeste.
No seré yo quién critique desmayos (porque vamos, es uno de los estados que más se repiten en mí), pero no puede ser que Morrisey nos dé estos sustos con tan solo 50 años. Hace unas semanas fue Leonard Cohen (bueno este está bastante más cascado, las cosas como son). ¿Por qué no vemos por los suelos a Keith Richards o a Iggy Pop? Steven Patrick es vegetariano y lleva una vida sana según parece. Lo que me hace llegar a la conclusión de que cuanto peor vives mejor te trata la salud.
Desde aquí lo único que puedo hacer es congratularme de que haya salido ya del hospital (quizás un poco excesivo por demayarse pero las cellebrities ya se sabe) y esperar a que, de una vez, venga algún artísta que me guste a los alrededores de Euskadi, porque, sinceramente, echo de menos la oferta musical de Madrid.
Habrá que esperar al año que viene con Mark Knopfler... Aunque tengo la esperanza de que algo más se deje caer por aquí.