Lydia Leyte, Megan Maxwell, Olivia Ardey y Ángeles Ibirika. Cuatro voces muy diferentes que me han acompañado este verano, brindándome momentos inolvidables.
Y mira que es una idea a la que le vengo dando vueltas desde hace mucho, pero por una razón o por otra, nunca me decidía a crear al menos una categoría en mi blog donde recopilar esas lecturas de las que disfruto de manera especial. Creo que lo merecen porque no soy una lectora fácil de complacer. Soy incapaz de continuar leyendo un libro que ha dejado de interesarme y cuando se trata de ficción, le concedo al autor exactamente cinco páginas para decidir si paso por caja o lo devuelvo a la balda: si no consigue despertar mi interés por seguir leyendo en ese espacio, no hay más que hablar. Así que entrar en mi lista de libros pendientes de leer tiene su mérito; conseguir que lo acabe, otro aún mayor. Y si encima me sorprende/me encanta… ¡eso ya es el no va más! ¿Qué menos que hacerle un lugar en mi casita virtual, no te parece?
Estas son las lecturas que se han llevado la palma en mis vacaciones veraniegas de 2013:
Bajo su aparente fragilidad, Cristina Olabide posee la dureza del acero. Es una mujer tenaz que lucha sola por sacar a flote su taller de confección artesanal de prendas de lana y la casa de turismo rural instalada en el torreón familiar. Todo marcha según sus planes hasta que Bruno Elorza, un seductor con ojos de poeta, propietario de una promotora bilbaína, decide construir un hotel de lujo con spa justo al lado. Un día se conocen por casualidad. Sin saber que ambos están enfrentados, se dejan arrastrar por una pasión irrefrenable. Pero la cruda realidad se impone y les obliga a debatirse entre el deber y el amor.
Mientras luchan contra la intensidad de sus sentimientos se ven involucrados en una serie de episodios violentos que hunden sus raíces en el pasado. Cristina descubre de la peor manera posible un antiguo secreto silenciado durante años.
Una mujer tenaz que lucha por mantener en pie la herencia desus antepasados. Un hombre enamorado para quien todos los sueños pueden cumplirse. Y unos ojos siniestros que los acechan desde lo más profundo del bosque…
Lydia se convirtió en una de mis autoras favoritas con su primera novela, ‘El fuego envuelve tu nombre’. Con esta confirmó mi primera impresión; ¿sabes esas personas que da igual lo que estén relatando, cuando hablan capturan la atención de quién les oye y no la sueltan? Son personas con un talento natural para narrar, lo que yo llamo “contadores de historias”. Lydia es eso cuando habla y, atención, también cuando escribe. Una maravilla, así de simple.
Tras la muerte de su padre, el prestigioso empresario alemán Eric Zimmerman decide viajar a España para supervisar las delegaciones de la empresa Müller. En la oficina central de Madrid conoce a Judith, una joven ingeniosa y simpática de la que se encapricha de inmediato.
Judith sucumbe a la atracción que el alemán ejerce sobre ella y acepta formar parte de sus juegos sexuales, repletos de fantasías y erotismo. Junto a él aprenderá que todos llevamos dentro un voyeur, y que las personas se dividen en sumisas y dominantes… Pero el tiempo pasa, la relación se intensifica y Eric empieza a temer que se descubra su secreto, algo que podría marcar el principio o el fin de la relación.
No me atrae la erótica. Aunque quizás te haga gracia, es un subgénero que me aburre. Al cabo de diez páginas, empiezo a echar en falta que los protagonistas no hagan cosas cotidianas como tomarse una pizza (vestidos y sin insinuaciones) o pasear al perro. Y empiezo diciéndote esto para que veas que, en mi caso, Megan tuvo que sortear un gran obstáculo como es mi condicionamiento desfavorable hacia la erótica. No solo consiguió que empezara a leerlo ¡también que lo acabara! Me admira su imaginación desbordante y su tremenda capacidad de sorprender. Eso sí, sólo para mayores de 18 a las que no les asuste la erótica fuerte, fuerte, fuerte ¿nos entendemos? ;)
Álvaro, Celia y Nico, tres amigos que lo compartieron todo de niños se reúnen en el funeral de un pariente millonario que, ¡oh, sorpresa!, les ha dejado en herencia su bodega centenaria y sus ricos viñedos. Sin embargo, el testamento contiene una trampa, heredará la fortuna aquel de los tres que primero se case. ¿Quién logrará hacerse con la herencia? Un viaje a Las Vegas, secretos, malentendidos, y el hallazgo de un tesoro inesperado hará que cada uno de los protagonistas acabe encontrando lo que más desea… aunque ni ellos mismos lo sepan.
Otra de mis autoras favoritas. Con Olivia me sucede algo curioso; me gusta tanto lo que dice y cómo lo dice que mis ejemplares impresos de sus novelas parecen libros de texto; están llenos de marcas y comentarios míos en los márgenes. Me ha gustado muchísimo en este nuevo registro de comedia de enredos, creo que le cae como anillo al dedo. En resumen; me lo he pasado pipa con estos tres amigos y un plantel de secundarios que no tiene desperdicio.
Beatriz nunca quiso conocer a su abuelo. Pero cuando se entera de que a su muerte todas las propiedades del viejo le pertenecen, las acepta para venderlas al mejor postor.
Antes de que las tierras sean adquiridas por un comprador, una situación desesperada y humillante, provoca que Beatriz, la sofisticada mujer de ciudad, corra a refugiarse en aquel lugar que considera inhóspito.
Allí, en el apacible pueblo de montaña de Roncal, se encuentra con Jon, el atractivo veterinario que gobierna las tierras, el ganado y los negocios de su abuelo, y que siempre pensó que las posesiones pasarían a sus manos para continuar con la labor del anciano, al que quiso como a un padre.
La llegada de Beatriz, a la que él considera una mujer sin alma que permitió que el abuelo viviera y muriera solo, será el inicio del enfrentamiento entre dos corazones orgullosos que están seguros de tener poderosas razones para odiarse.
Pero el Valle de Roncal es una tierra hermosa. Un paraje de frescos pastizales, bellísimos bosques de hayas e impresionantes gargantas excavadas en la roca por efecto del agua durante miles de años. Un lugar donde el silencio del entorno y el silbido del viento cuentan entre susurros leyendas que siempre permanecerán vivas.
Y, un lugar así, lleno de magia, es capaz de alterar las ambiciones, de transformar los sueños, de convertir el odio en deseo y el deseo en amor.
Demoré tres años en encontrar el momento idóneo para estrenarme con su primera novela. Había leído a Ángeles en extractos y relatos cortos y por lo tanto sabía que me enfrentaría a una tormenta emocional. La experiencia ha sido increíble; el placer de saborear una novela que mejora párrafo a párrafo. Y como le escribí en su perfil de Facebook hoy mismo, ahora tengo otro placer en perspectiva; ir buscando más momentos emocionalmente idóneos para leer todos sus libros en su orden de publicación y poder apreciar cómo crece y madura una voz que nació inmensa.
¿Y tú? ¿Has leído alguna de estas novelas? Usa el formulario de comentarios a discreción, que ya sabes que te responderé.