Me gustaría saber quién fue el primer padre/madre que dijo eso a su pequeñín. Más que nada para “felicitarle” por lo sorprendentemente viral que se ha hecho su mensaje (de generación a generación)… Ni soy psicóloga, ni doy clases de nada, y menos de educación. Solo quiero dejar aquí mi opinión sobre esta frase como madre de dos peques que han pegado, mordido y arañado; y a los que han pegado, mordido y arañado.
Mi mensaje va para padres con niños muy pequeños. Entiendo que es un tema muy complejo y que cada edad requiere diferentes recomendaciones.
Seguro que te fastidia un montón llegar a la escuela infantil o la casita de niñ@s y ver que otra vez tiene una marca de un mordisco en el brazo. Yo reconozco que con Leo estuve muy tentada a decir la famosa frase. Con Noa, por el contrario, soporté avergonzada las quejas de algunos padres porque mi hija había mordido o pegado a sus hijos.
No sé con qué situación lo pasé peor, de lo que estoy segura es que me alegro de no haber dicho a ninguno de mis pequeñajos que peguen. Que no se comportaran igual, me hizo cambiar el chip y no utilizar las mismas “reglas” en esta fase de su aprendizaje.
Si te pegan, pega…
Si estás muy angustiad@ porque tu hijo pega, cálmate. Muchas veces lo que ocurre es que, ante la frustración de no poder expresar con palabras lo que sienten, optan por morder, pegar o empujar para llamar la atención sobre algo que no les está gustando. ¿Qué podemos hacer? Pues yo os cuento que con Noa no me sirvió explicarle que eso no está bien; era muy pequeña (2 años).
¿La solución? Creo que somos los padres y educadores los que tenemos que estar con mil ojos para que la intención no llegue finalmente a ser una agresión. Recuerdo estar detrás de ella constantemente mientras jugaba en el parque para evitar que mordiera o pegara a otros niños. Intentaba premiar y reforzar sus decisiones “pacificas” para resolver los conflictos que se iba encontrando en el juego con otros niños. Poco a poco, el “problema” fue pasando…
Tranqui, pasará…
Imagina qué hará un niño al que le han dicho que pegue cuando otro, sin querer, le empuja. En esta situación, es abusivo que un peque que ha hecho algo sin mala intención reciba un tortazo. Si ambos niños han sido educados con esas palabras, es casi seguro que haya una pelea entre ellos; cuando el conflicto se hubiera podido resolver diciendo: perdona, ha sido sin querer.
Creo que la razón más importante por la que defiendo esta idea es porque los adultos no resolvemos (o no deberíamos resolver) nuestros problemas pegándonos. Si fomentamos este comportamiento estaremos creando, casi sin darnos cuenta, una sociedad agresiva. No es exagerado, piénsalo, si promovemos este comportamiento acabará normalizándose. Es contradictorio que estemos luchando contra la violencia machista o el bullyng y a la vez le digamos a nuestros hijos pequeños que se defiendan pegando.
A pesar de este discursito tan Peace and Love que me he marcado, seguro que sigues pensando porqué tu hijo tiene que soportar que le peguen otros niños. Es verdad, es muy injusto. Pero no evitarás que le peguen diciéndole que pegue él también. Es más, habrá más probabilidades de que le casquen en clase…
Creo que es responsabilidad de todos los padres cambiar eso de Si te pegan, pega… por Si te pegan, díselo a la profe/dile que eso no te gusta, que no está bien…
Me encantaría saber cómo lo ven otros padres… Anímate a contarlo aquí!
La entrada Si te pegan, pega se publicó primero en Espacio de crianza.