Si te quedas en Escocia, Olivia Ardey

Carol Coleman y lord James MacLeod saben que se la juegan. Ella puede perder el trabajo de su vida, él, parte del legado familiar, una pieza de arte única de gran valor sentimental. Ambos serán duros rivales en una subasta. Carol confía plenamente en sus nervios de acero para conseguir otro éxito profesional y adquirirla para su galería, pero el irresistible y persuasivo Mac, le pondrá las cosas muy difíciles… ¿Estarán dispuestos a renunciar a lo que más les importa por amor?
Un engaño inocente, los secretos de Mac, el regreso inesperado del pasado de Carol y el recuerdo de unos hechos sucedidos durante la Navidad de 1914, pondrán en riesgo la firmeza de sus sentimientos.
Versátil, 09/02/2015         /         328Pág.        /       16.90€
En los últimos años Olivia Ardey nos tiene acostumbrados a novelas con una trama sencilla y simple, con historias de amor bonitas pero poco complicadas, a historias cercanas y tiernas perfectas para pasar un buen rato. Pues bien, con Si te quedas en Escocia nos vamos a encontrar excactamente eso. Leyendo el argumento me di cuenta que esta tampoco era la novela que tanto anhelo de Ardey. Una en la que enamorarme, en la que se me desboque el corazón y consiga dejarme huella, pero a pesar de todo esta autora es una de mis imprescindibles, una apuesta segura. Si te quedas en Escocia es una novela con una trama muy sencilla pero con unos personajes – sobre todo los secundarios – maravillosos. Carol Coleman y James MacLeod son rivales sin apenas conocerse. Ambos van a pujar en una subasta por una pieza muy importante: para ella por cuestiones laborales, para él por valor sentimental. Lo que no esperan es que los sentimientos salten entre los dos de una forma tan arrolladora, y es que el mismo día que se conocen se sella, de alguna forma, su destino. La historia entre Carol y James es bastante bonita, muy simple. La atracción sexual entre ellos es inmediata y los sentimientos más profundos se desatan a una velocidad arrolladora. Ambos personajes son tercos y testarudos lo que da pie a discusiones infantiles y malentendidos de patio de colegio y esto ha sido, quizás, lo que le ha restado puntos a la novela bajo mi punto de vista.  Para contrarrestar lo poco que he conectado con la pareja protagonista tenemos un elenco de secundarios maravillosos. Desde Mari, la española afincada en Londres que es pura alegría y desparpajo hasta Dick el defensor de los Gnomos de jardín– lo que me reí con esto – pasando por Anita la madrastra de Carol y Margareth la madre de Cam, mujeres de armas tomar. Como siempre Ardey dará un papel muy importante a estos secundarios, lo que nos permitirá conocerlos mejor.Resaltar la trama secundaria transcurrida en la Navidad de 1914 a la que nos acerca Ardey en algunos capítulos. En estos conoceremos la historia de esa pieza tan importante que desean conseguir los MacLeod así como la historia de sus antepasados. Reconozco que me hubiera encantado que la autora siguiera con dichos capítulos hasta el final. Una auténtica delicia.

Si te quedas en Escocia es una novela sencilla pero muy bonita. Una historia a caballo entre Londres y Escocia, entre kilts y mucha pasión, entre secretos y conspiraciones, segundas oportunidades, amistad y amor. La única pega para mí, la actitud de los protagonistas de resto una historia con la que pasar un buen rato para cualquier amante del género. La narración y el estilo de Ardey como siempre maravilloso, logra enganchar desde las primeras páginas hasta la última.