Revista Pareja
Muchos nos han escrito con una inquietud muy válida; si en este blog proponemos el método del "no-contacto" o "desaparición" cuando nuestra pareja nos ha abandonado, de modo que podamos recuperárnos más rápido sin seguir "enchufados" a la fuente de dolor (y como consecuencia de este no-contacto incluso podemos povocar que la otra persona nos extrañe y vuelva), ¿cómo podría aplicarse este método en parejas que tienen hijos en común o que forzosamente por cuestiones de negocios o laborales tienen que seguir conviviendo?
Definitivamente en estos casos la convivencia es inevitable, y harías mal si dejas de ver a tus hijos con tal de no ver al padre o madre de ellos, así que en esta situación el método del no-contacto debe ser EMOCIONAL. Hay un contacto físico, que es inevitable, pero no de las emociones.
Aun así, valga decirlo, el contacto físico debe reducirse al mínimo indispensable. Supongamos que tuviste un hijo con una mujer que fue tu novia, no se casaron, solo convivieron un tiempo y luego por algun motivo ella decidió romper la relación. Pues entonces tendrás que intentar estar lo mayormente posible alejado de ella, no de tu hijo, con quien tienes una responsabilidad y te necesita, física, financiera y emocionalmente. Si tú ves a tu hijo el fin de semana, pasarás a recogerlo a casa de tu ex, saludarás siempre con respeto y cordialidad (pues no es sano para tu hijo verlos pelear), pero nada más que eso; no utilices a tu hijo como pretexto para intentar "reconquistar" a tu ex.
Muchos recurren a invitar a la ex al lugar a donde piensan llevar al niño, o peor aun, se ponen a rogarle, que vuelvan "por el niño", etc. Si bien en este blog somos absoluta y totalmente partidarios de la familia y en estos casos lo ideal siempre será que se logre una reconciliación y estén juntos como padre y madre al lado de sus hijos, no es por medio del ruego que se conseguirá, pues el hombre que ruega pierde valor y respecto ante los ojos femeninos.
Lo mejor es que esa persona te vuelva a valorar, que vuelva a saber y a sentir que eres ese hombre valioso que necesita a su lado y que no puede permitir que nadie más "le gane". Si tú en lugar de rogar, llegas y con toda serenidad y tranquilidad saludas con un simple "hola, qué tal ¿está listo el niño? Lo traigo más tarde, adiós", tomas a tu hijo y te retiras y cuando vuelven solo dices "bueno, paso por él mañana a las 3, buenas noches", por la cabeza de tu ex seguramente pasarán ideas como esta: "Parece que lo que yo haga con mi vida no le interesa, ¿será que ya está saliendo con otra?, ¿ya no le interesa volver a estar conmigo?" y esas dudas torturan a toda mujer, no dudes que comience a tratarte con más amabilidad a partir de ahí preguntándote cómo has estado, qué has hecho, etc. Ante esas preguntas solo deberás dar respuestas cortas, de preferencia de no más de dos palabras: "bien, gracias", "todo bien", sin preguntarle "¿y tú?". Ese "¿y tú?" queda prohibido en tu vocabulario, pues puede desatar conversaciones largas donde se rompe el "no-contacto" y puedes llegar a enterarte de cosas dolorosas que solo te harán retroceder en tu recuperación.
Si ha de haber una reconciliación es ella la que tiene que empezar a esforzarse, dando señales inequívocas de que eso es lo que desea y que no solo está "tanteando" (puedes revisar en otros artículos en este mismo blog cómo las mujeres suelen "tantear").
Todo lo anterior también aplica si tu ex es tu compañera de clase, trabajo o incluso si tienes un negocio con ella (no aconsejo emprender negocios con novias con las que no exista ya un proyecto serio y sólido de matrimonio). Deberás de limitar tu contacto a lo estrictamente laboral, con conversaciones cortas, donde digas y escuches lo estrictamente básico y elemental sobre el trabajo (ojo, tu actitud debe ser natural, no debes de mostrarte como alguien que no le habla por resentimiento, sino porque tú "ya estás en otra", ocupandote de ti, y no se los detalles de su vida).
Se que este es el tipo de "no-contacto" más difícil que existe (así que por favor, de ahora en adelante evita noviazgos en tu mismo trabajo o escuela, eso casi nunca acaba bien, y ante una ruptura es sumamente incómodo), pero es posible sobrellevarlo si te decides a ello.
Así que ya sabes, si no la puedes eitar al 100%, reduce la interacción con ella en 99%.
Que Dios te bendiga.
Fabian Brunetti.