Cuando se consulten sobre la primera propuesta de investidura la tarde del viernes, 22, y si este cronista fuera el Rey y también Mariano Rajoy, mantendría esta conversación entre ambos:
--Mariano, ¿cree usted que será capaz de formar gobierno? Esta mañana hablé con Iglesias y con Sánchez, y en días pasados con otros líderes, y está usted solo, con sus 123 diputados…
--Lo tengo muy difícil, pero voy a ofrecerle una coalición al PSOE tan abierta que no debería rechazarla, es decir…, y cuento con que Ciudadanos, C’s, podría apoyarme. Un gobierno centrista respaldado por 253 de los 350 diputados, más de dos tercios del Parlamento, es decir…
--Pedro Sánchez rechazará el pacto. Dirá que usted no es patriota si no le permite ser presidente sumándole a C’s. Alegará que, o esto, o que suicidará ritualmente al PSOE como ya tiene acordado entregándose a Podemos, separatistas y republicanos. Un desastre para el Estado, para España.
--Yo gané las elecciones. Es decir…, sólo necesito doce diputados del PSOE para tener la mayoría absoluta. Si Susana Díaz quisiera, es decir, cedérmelos…
--Está condenado, Mariano. Díaz no lo apoyará. Usted hizo un gran servicio a España evitando nuestra ruina. Quede como un héroe y probemos cediéndole su puesto a Soraya Sáenz de Santamaría.
--Señor, ahora estoy ayudando a reconstruir España y no quiero la jubilación…
--Usted está acabado. Si el PSOE rechaza a Soraya, proponga a Albert Rivera, que Sánchez no podría negarse a esta coalición. Servirá a España como mi padre parando el Golpe de Tejero. Porque con ayuda socialista estamos ante un Golpe de Estado independentista en Cataluña, y chavista-podemista en toda España…
--Me deja sin palabras, es decir…
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SALAS
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Y ESTO NO ES SALAS..., ES PODEMOS