Sibelius

Los híbridos musk de Lens me parecen una elección excelente para cualquier jardín. Las flores, consideradas aisladamente, son bonitas, pero el efecto más importante para el jardín, el de masa color y armonía del arbusto, son mucho mejores. Sólo cultivo un rosal musk de Lens, Sibelius, de 1984. Elke Embo tenía algunos en su vivero (recuerdo Easy to cut, que no adquirí), así que opté por probar uno. Me arrepiento de no haber cogido alguno más en su día y de no llevarme, probablemente, el mejor, porque el color es un poco "complicado" con el sol y quizás no es el más profuso floreciendo, ni el mejor repetidor ni tampoco el que mejor aguanta el calor.

Desde que compré el rosal, ha pasado por ubicaciones. En la primera, con demasiada competencia de raíces de árboles, fracasó. En la segunda, ha tardado en consolidarse unos tres años. Año a año a ido mejorando y actualmente parece que inicia el comienzo de su madurez.

Tal y como Lens la describe en su catálogo, es más bien baja (unos 80 a 100 cm). Las flores, pequeñas y paniculadas, tienen forma de cáliz y muestran los estambres dorados, en contraste con el color de los pétalos, en la línea de grandes clásicos de la historia de la rosa como Veilchenblau o Cardenal de Richelieu. Se califica de fragante, pero no noto que lo sea demasiado. Lo que sí que resulta aromático es frotar las glándulas pegajosas que circundan los capullos.
Sibelius está plantada frente a Buff Beauty. No estaba demasiado convencido del efecto que causaría la combinación, pero no me ha parecido malo. Como me comentó Iolanda, lo que canta un poco es la azalea Stewartiana que se ve al fondo. La verdad es que ni me di cuenta de que estaba allí cuando puse los rosales, probablemente porque su floración dura un suspiro y mucho menos si hace calor.
Como otros híbridos almizcleños de Lens, Sibelius está dedicada al compositor finés.

"Una rosa es una rosa es una rosa". Gertrude Stein.