Un grupo de arqueólogos rusos encontró en Siberia una tumba con los restos de un guerrero "gigante" que dataría del siglo XI.
La tumba fue descubierta en la región siberiana de Omsk, en Siberia, informa 'The Moscow Times'.
"La estatura del guerrero era de más de 180 centímetros (unos 25 centímetros más que la altura media de sus descendientes aborígenes que habitan en esas regiones).
Cuando murió no tenía más de 40 años de edad, y al parecer el guerrero cayó en batalla, debido a que presenta serias lesiones en el hombro y le cortaron la mano izquierda, que se encontraba cerca del resto del cuerpo", indicaron los arqueólogos.
El guerrero fue enterrado junto con flechas, una máscara en su rostro así como con otros objetos de bronce, lo que ayudó a que el esqueleto se haya conservado de mejor forma.
La singularidad de este hallazgo es que la tumba se encuentra en perfecto estado, no solo el esqueleto y el cráneo, sino también los objetos con los que fue enterrado, lo que ayudaría a restaurar el aspecto del combatiente.
Según los investigadores, los restos hallados pertenecían a la cultura Ust-Ishim, que ocupaba varias zonas de Siberia entre los siglos XI y XII de nuestra era.