Siberia era una stripper

Cuando el grajo vuela bajo...
Ya sabéis como sigue la frase. Y es que anoche hacía un frío del carajo. Y hoy también nos aguardan temperaturas bajas. Queríamos que terminase el verano y poder enfundarnos en un buen jersey calentito y ese momento ha llegado. El de querer tomar un chocolate caliente y ver pasar la tarde bajo una mantita y a ser posible en buena compañía. Y no sigo enumerando cosas de este tipo que tampoco estamos en Navidad todavía! Aunque ya hayan llegado los catálogos de juguetes a casa...
Esa gélida etapa del año ha llegado para quedarse unos cuantos meses, la de hacer planes tranquilos, la de abrigarse bien e ir forrados de capas cual cebollas con patas si nos da por salir a la calle, sobretodo cuando es de noche.
Ayer fuí a cenar con tres amigas y llegué a la conclusión de que por primera vez en mi vida me hacía ilusión que me llamasen "Señora". Ellas respondieron a mi reflexión con una risa, qué mejor manera de demostrar que estaban de acuerdo conmigo.
Aprovechamos la maravillosa oferta de El tenedor (www.eltenedor.es) que consistía en aplicar un 40% de descuento a la carta del restaurante en cuestión, Loft 39, en plena calle Velázquez. Precioso sitio con platos de lo más elaborado. Si podéis, disfrutad de la oferta porque merece la pena. Es uno de esos restaurantes a los que no irías por tu cuenta con amigos, si no que te invitarían tus padres con motivo de alguna celebración especial. Una pasada.
No pude evitar emitir un aullido tipo Chewbacca cuando me dí cuenta de que no habíamos hecho foto de uno de los entrantes que pedimos: Ravioli de pan con huevo frito, crema suave y jamón ibérico. No sé cómo explicaros la delicia. Os recomiendo también las Croquetas melosas de cecina, que se deshacían en el paladar.
Presa ibérica, Tartar de atún y Tallarines fueron los platos que pedimos cada una, y a cuál más rico. De algunos de estos manjares tengo documentos gráficos, que os muestro a continuación:

Tallarines

Tartar de atún

Para terminar la velada y como broche cómico, con la lengua revoltosa tras un par de copas de vino y la risa a la que salta, decidimos refugirarnos del frío de la calle en el portal del restaurante, mientras nos despedíamos y comentábamos alguna que otra cosa más entre tiritonas. En aquel mismo momento una chica con un vestido que taché de "inguinal" salía disparada de la puerta del lugar acercándose a nosotras dando saltitos, fruto de una equivocación pues no éramos quienes la esperaban a la salida. Un par de sonrisas y una sensación de ridículo que podría descifrarse en la mirada de aquella chica, y un comentario por mi parte que venía al caso pues hablábamos de despedidas de soltero. "Quién ha llamado a la stripper?"
La fémina en cuestión, acercándose a sus auténticas amigas no me oyó, eso creo yo, al igual que no había escuchado en las noticias que los siberianos se habían dejado la puerta abierta y que íbamos a pasar más frío que en la tercera glaciación.  
Esperando que estéis bien tapaditos, os deseo un feliz domingo! Esta semana que llega se nos va a hacer más corta, yuhu!!!
Besos