He terminado de leerlo. Es un libro que te atrapa, cuando quieres darte cuenta te has leído la mitad. La acción transcurre entre el 1081, año en el que el rey Alfonso VI de Castilla desterró al Cid, y el 1082, en el que el Cid combatió en la batalla de Almenar al servicio del rey moro de Zaragoza, contra el rey moro de Lérida y el Conde de Barcelona. Dice muchas cosas sobre el peso de la conciencia, la honra propia o ajena o el origen de lo que somos, los puntos de contacto entre ese ayer de hace casi mil años y nuestro presente (ese orgulloso Conde de Barcelona, sintiéndose superior, por ser franco, a los castellanos o moros, cómo nos recuerda al orgullo de "raza superior" de muchos catalanes hoy, o la intransigencia de los "morabíes" -almorávides-, tan semejante a la de tantos grupos del Islam actual). Entre escaramuzas en la frontera y luchas contra moros o codo a codo con ellos se dibuja el perfil del Cid, un hombre extraordinario, un excepcional líder de hombres.