Obra: Romualdas Balinskas
Revista Cultura y Ocio
siempre enfermo, enfermito, delicado en los pensamientos, siempre turbio, despeinado, con los ojos detrás de la mirada, y la sombra al lado, siempre encerrado en tus movimientos, atrapado entre la pared y lo que hacías, siempre transpirando lo angosto de tus ideas, la perplejidad de tus ocurrencias, la ropa pegada a eso que por las noches se deformaba, siempre enfermo, enfermito, oxidado en los pensamientos, siempre endurecido, despeinado, con la mirada dormida tras los ojos, al lado de la sombra, siempre atardecido