Y aun después de haber pasado tantos años me despierto en ocasiones recordándote. Supongo que debí soñar contigo pero no me acuerdo (seguro que hay tanto que no recuerdo…).Otras veces te cuelas entre una conversación ante dos cafés con leche, un amigo me explica un ápice de lo que ha sentido ante una situación parecida y yo pienso: - creo que sé cómo te sientes. Y justo en ese instante apareces tú golpeando mi consciente y mi subconsciente, reprochándome que no hable de ti con nadie porque me cuesta compartirte sin ser emotiva, y ya sabes que nunca fui de lágrima pública.Hacía tiempo que no aparecías, pero en los momento importantes siempre me tomo unos minutos para pensar en ti; es como si al hacerlo me acompañases a pesar de no creer en cielos ni en infiernos. Simplemente me hace sentir bien ser más justa contigo que lo que lo fue la vida y darte el lugar que te corresponde en las cosas importantes: a mi lado, aunque sea en mi pensamiento.
A veces imagino como serías ahora, si tendrías canas o pronunciadas entradas, si estarías más gordo y si serías feliz…chorradas, a veces imagino solo chorradas.Hace mucho tiempo que dejé de estar enfadada con el mundo y dejé de preguntarme: por qué? No hay respuesta, y mucho menos una que haga que los que nos quedamos aquí nos sintamos mejor. La ira, la desolación, el vacío, la impotencia, las preguntas sin respuesta, la consternación, los sentimientos de culpa, de odio...todo eso quedó atrás y he concentrado toda esa nube de frustraciones en un solo día, el mismo en que te marchaste sin avisar, como “de puntillas”, sin decir adiós y sin cartas con remite.Después de tantos años solo queda el recuerdo de lo vivido contigo y el anhelo de lo que quedaba por vivir, que te cueles en conversaciones, que seas mi sonrisa cuando pienso en la niñez y decirte hasta luego….no porque crea en otra vida, sino porque decir adiós aun duele demasiado.
A mi tio pequeño, mi hermano mayor, mi cómplice mediano...mientras alguien piense en tí, seguirás vivo.