Título: Siempre Alice.
Autor: Lisa Genova.
Páginas: 336.
Edición: Rústica con solapas.
Editorial: Grupo Zeta.
Título original: Still Alice
Año de publicación: 2010
Traducción: Francisco Pérez Navarro
Sinopsis:
¿Qué pasaría si todos tus recuerdos desaparecieran de tu mente y no tuvieras más opción que seguir adelante, incapaz de impedirlo?
Alice Howland está orgullosa de la vida que tanto esfuerzo le ha costado construir. A los cincuenta, es profesora de psicología cognitiva en Harvard y una experta lingüista de fama mundial, con un marido exitoso y tres hijos adultos. Cuando empieza a sentirse desorientada y olvidadiza, un trágico diagnóstico cambia su vida, al tiempo que la relación con su familia y con el mundo, para siempre.
Bella y aterradora a la vez, esta extraordinaria novela es un retrato vívido y emotivo de la irrupción precoz del Alzheimer. Una conmovedora historia de lo que Alice piensa y siente al comprobar cómo deja de ser la persona que era y cómo no sólo pierde su identidad sino todo lo que conformaba su vida
Opinión:
Impresión: Decepción.
No sé cómo empezar esta reseña (pues ese es el inicio más típico). Y es que este libro me ha dejado con un sabor agridulce. Por una parte, esperaba muchísimo de él (¡vivan las expectativas!) y no ha sido como esperaba. Además, tiene sus partes muy positivas, pero otras no tanto.
Vale, decidido, empezaré por lo positivo. Vamos a ver. A nivel de documentación sobre las consecuencias del Alzheimer temprano este libro es de diez. La autora se ha documentado mucho y bien, y sin duda consigue enseñarnos perfectamente tanto la sintomatología como las diferentes etapas de la enfermedad. A nivel técnico está muy bien, pero tranquilos, no es un manual, el libro es muy entretenido y ameno, y se lee en un suspiro.
A esto hay que sumarle que trata una enfermedad de la que no se habla mucho y que normalmente se relaciona solo con personas mayores, cuando no tiene por qué ser así. Me ha parecido interesante ver, no solo la evolución de la enfermedad, sino también las dificultades con las que se encuentra Alice para encontrar grupos de apoyo para enfermos, por ejemplo.
Por otra parte, me ha parecido interesante cómo se va manifestando la enfermedad de Alice poco a poco y cómo se refleja. Aunque el narrador es en tercera persona enfocado en Alice, muchas veces hace uso del discurso indirecto libre para mostrarnos cómo ella ve el mundo y cómo se olvida de las cosas. Ejemplo de esto es cuando Alice se encuentra en una fiesta a "una mujer muy elegante con cara de inteligente que no conoce" y nosotros como lectores sabemos que un par de líneas más arriba sí sabía quién era.
Es un libro realista, sin duda, pero a mí no me ha llegado, y ese es mi principal problema. Aunque se nos muestra muy bien la enfermedad de Alice, lo he sentido artificial, como si la autora hubiera hecho una lista de cómo afecta el Alzheimer de forma progresiva (olvidar nombres, desorientarte, no entender una lista, ir perdiendo la capacidad para leer y escuchar el teléfono, no recordar cosas concretas, olvidar a gente conocida,...) y luego todas esas cosas hubiera decidido articularlas en forma de relato. He sentido como si el protagonismo estuviera en el Alzheimer y no en Alice como persona. Me ha parecido un libro didáctico para conocer la enfermedad y bueno de leer, pero es muy previsible y no he sentido que se preocupara por sus personajes.
Una muestra de ello son los numerosos tests de memoria que realiza Alice. De verdad, entiendo que están ahí para que veamos cómo evoluciona su enfermedad y que cada vez está peor pero YA ME HABÍA DADO CUENTA NO HACÍA FALTA. No sé, esos tests me han sobrado muchísimo. Uno me parece bien, incluso dos, pero es que hay tres o cuatro repetitivos y de pregunta respuesta.
Ejemplo de uno de los tests de memoria. Este dura tres páginas
Eso es una muestra del resumen narrativo que hay en el libro, pues usa esa excusa para contarnos cómo está Alice. Y muchas veces me sobraba. No quiero que el narrador me cuente cómo está, quiero verlo. Mediante las palabras de Alice o con sus acciones, pero quiero que lo muestre, no que lo cuente. Otra muestra de esto es un discurso que da la protagonista de varias páginas hacia el final, en una conferencia, contando cómo se siente. Me parece bien, pero eso quería saberlo antes, durante la historia, y no en forma de discurso al final.Aquí puede leerse lo que decía de contar las cosas en lugar de mostrarlas
Pero si hay algo que me ha fallado mucho son las relaciones entre personajes. Como ya os he comentado, pese a lo dramática que es esta historia (¿te imaginas que te digan que dentro de un año vas a olvidarlo todo?) y lo realista que es, me ha dejado bastante fría, y eso ha sido porque no he conectado con los personajes. ¿Acaso no me caían bien? No, el problema es que no los conoces. Casi no están caracterizados. Está John, el marido de Alice, que prefiere su carrera como científico a su mujer (y no hay casi ningún diálogo ni reflexión sobre ello; Tom, el hijo mayor, que estudia medicina y es un mujeriego (y ya, no se sabe casi nada más de él); Anna, la hija mediana, que quiere tener hijos (es es toda su caracterización); y Lydia, la hermana menor, el personaje que más evoluciona, pues su relación con Alice da un vuelco por completo.La enfermedad de Alice es algo que afecta a toda la familia, por muy mayores que sean los hijos, de manera que lo normal serían conversaciones dramáticas por ver si lo han heredado, qué harán con Alice en el futuro, momentos de ella llorando de impotencia y siendo consolada o su relación con sus amigos (pista: no tiene amigos porque patata). Pero no. Esperaba algún enfrentamiento con el marido, que se explicara por qué le da tan igual Alice, pero eso nunca tiene lugar. Me ha faltado dramatismo, emoción y sentimiento.
En conclusión, este ha sido un libro que me ha dejado con sentimientos encontrados, pues me ha aportado mucha información sobre la enfermedad, que era una de las cosas que más me interesaba, y además lo de hace con un buen estilo narrativo, de manera ordenada y con un buen trabajo de documentación. Es entretenido y ligero de leer, pero falla en cuanto a profundizar en los personajes secundarios y su relación con la protagonista. Además, cuenta más que muestra y la enfermedad es más protagonista que Alice. Es por ello que el libro no me ha emocionado tanto como esperaba ni me ha parecido estremecedor. De todas formas, si te interesa saber más sobre la enfermedad es un libro fantástico que se lee con mucha facilidad.
Cosas que he aprendido:
- Acerca de la evolución y todas las etapas de esta enfermedad.
- El discurso indirecto libre mola.
- La gente con Alzheimer tiene problemas para hablar por teléfono.
- La gente con Alzheimer no está letológica, sino que los recuerdos se les borran por completo.
Y ya para terminar, os dejo con mi avance en Goodreads:
PUNTUACIÓN...3/5!
Primeras Líneas...