Revista Espiritualidad
En Mary Poppins se cantan las palabras “reír no más…”, mientras todos empiezan a subirse al techo, llegando incluso a tomar el té en las alturas. Reír nos eleva de la forma más sencilla, transmutando nuestros dientes de herramientas a espejos luminosos de nuestra alegría. No más que reír es suficiente para despegarnos del suelo de la dramatización de la vida. No hacen falta motivos para hacerlo, tan solo la decisión de querer despegar de nuestros problemas y ¡qué curioso! cuando vamos ganando altura, nuestro aumento de perspectiva hace que veamos claramente cómo salir del laberinto, que nosotros mismos hemos ido creando con nuestros estados de necesidad. No puede ser tan fácil, pensarás; pero precisamente ahí está el obstáculo: en nuestros pensamientos. La risa los burla porque no necesita de la lógica, de la misma manera que el agua que se evapora de un charco no necesita de un cauce para volver al mar. La risa nos eleva, sin la necesidad del esfuerzo de volar, pues nos vuelve más ligeros que nuestro ambiente, que el aire de las emociones densas y de los pensamientos limitantes. Querido lector, ríe no más … no te pierdas en el laberinto de tus problemas. No hay excusas, siempre es momento para reír.