Revista Fotografía
Continúa la buena racha entre los dirigentes levantinos.
A la repetida suerte del Sr. Fabra con la Lotería Nacional y a la
sorprendente fortuna judicial del Sr. Camps con los ciegos, ahora
se viene a sumar el sabroso premio obtenido por el Sr. Ripoll en
una rifa benéfica: Un lote de madalenas para toda la vida y un
camión de galletas para ir tirando.
"El que la sigue la consigue", ha manifestado el afortunado
alicantino, con su habitual modestia.