En ocho de los nueve relatos que conforman Siempre yo, de Alissa Walser (Adriana Hidalgo Editora 2013), se descubren ecos que los relacionan entre sí. Un personaje que apenas fue nombrado en un cuento, toma más importancia en otro, más adelante (si el lector no es muy bueno en recordar nombres, tal vez este detalle se le pase por alto o lo confunda). Hay una red sutil entre los cuentos que sólo se percibe al avanzar en la lectura. Detalles de un texto se reflejan en otros, reconocibles desde puntos de vista diferentes. La autora no nos da todo servido en bandeja: la cronología es confusa, las historias a veces también, y esto aporta más fragilidad a la ya existente en las relaciones de estos personajes de varias nacionalidades. Los colores y las imágenes tienen gran importancia. Puede pasarse un párrafo entero hablando del tono exacto del color de piel, sin aburrir. Hay mucha presencia del mundo de las artes plásticas (la autora es, también, artista plástica); de hecho, el cuento “En otra vida”, el único que no parece relacionado con los otros ocho, está inspirado en la pintora Berthe Morisot.
- Siempre yo
- Alissa Walser
- Adriana Hidalgo Editora
- Año 2013
- 178 páginas
- ISBN 9789871923298