Siendo infiel a mi jabón casero

 Pues si lo confieso, caí en la tentación de comprar el nuevo Fairy para la lavadora picada por mi querida Laura cuando habló de ello en su blog. Y como me estuvo preguntando a ver que tal la experiencia pues vengo a contaroslo, y la conclusión es que "no es pa´tanto".
Ante los nervios de ver que tal lo empecé antes de terminar mi jabón, y los iba usando alternativamente para probar y notar más si había diferencia evidente o algo. Y la verdad que no la noté. Bueno si, en la ropa blanca noté que mi jabón baratungo me deja la ropa más limpia. También puede ser que no uso la cantidad recomendada, es decir no uso el tapón para dosificar, sino que echo la misma cantidad que suelo usar de mi jabón, porque estaría bueno que encima que es más caro tenga que usar más. Incluso he probado a ponerle los extras de vinagre y bicarbonato que suelo poner normalmente (una cucharada de bicarbontao y un chorro de vinagre sobre el bicarbonato en el cajetín del jabón y otro chorro de vinagre en el cajetín del suavizante).
Pues eso que a igualdad de cantidades y de condiciones (temperatura del agua y programa) lavan igual o incluso el Fairy peor en la ropa blanca (que igual en la de color tambien pero no lo he notado porque en la blanca se ve más). Así que vuelvo a mi pastilla de lagarto disuelta en agua que me va genial para mi ropa y para mi bolsillo.
 Tengo pendiente probar alguna receta que ronda por ahi de hacer jabón con aceite usado, pero no encuentro el momento y ahora que los niños no duermen siesta menos, que es algo que hay que hacer sin niños rondando que es bastante peligroso por la sosa cáustica. Así que de momento disolviendo el jabón de pastilla me va bien y así seguiré. Y además no creo que me den más ataques de infidelidad como este, creo que ya he escarmentado....