Hola amig@s, ¿cómo estáis? aquí estoy un día más en el que me alegro muchísimo poder compartir este ratito con vosotros.
Si es una cuestión que no te has hecho por miedo a tu respuestas. ¡No, muy mal!. Pues hacerse preguntas día a día es algo saludable que nos ayudan a ver exactamente en qué punto estamos.
Siendo humanos como somos, no habiendo existencia robótica de por medio, cabe destacar la normalidad de ”el sentir” del ”añorar”, ”tristeza”, ”alegría” y un sinfín de sentimientos…pues, ¡oye! si no sintiéramos todo ello, ¡no estaríamos vivos! ¿te has parado a pensarlo? Reflexiona conmigo…
El hecho de sentir envidia ya sea a modo personal o en lo profesional, es algo común, y no por ello estás comprobando ser un bicho raro o estar pasando mala etapa. Pues, la envidia es en cierto modo un ingrediente que debemos usar a nuestro favor para así alimentar aquello que deseamos. Ya bien sea un aprobado en asignatura como el éxito.
Así que si tu temor es estar haciendo algo mal, en absoluto es así. Pues estos episodios son totalmente naturales en TODAS las personas.
Pero para ello vamos a ver qué puedes hacer para lidiar con ello:
¿Qué es lo que te hace exactamente envidiar a esa persona? analicemos…:
Esta pregunta nos lleva viajando adentrándonos en lo más profundo de nosotros mismos hacia nuestros ”objetivos”. ¿Qué te falta? ¿Qué tiene esa persona que no tengas tú? ¿Qué crees que estás haciendo mal? Contesta con total sinceridad y llegarás a las respuestas. Sólo hay que formular bien la pregunta, pues, todas las respuestas las encontrarás dentro de ti.
Ya bien sea por melancolía, añoranza…¿hechas de menos algo?, o bien por la posición adquisitiva de esa persona ¿qué tal son tus ingresos para ti? ¿te completan las necesidades básicas?
¿Qué siente con respecto a lo que ves de la otra persona? :
Analiza cada gesto, cada detalle, y lo que en ti proyecta. ¿Qué sentimientos te reporta? Si dices frases como:
- Yo quizás no lo merezco.
- Claro, es mucho lo que hace, no sería capaz.
- ¿Tengo que actuar como una mala persona para llegar?
- Quizás no merezca tantos ingresos como el/ella…
Así como un largo etcétera… Estás totalmente equivocad@. Son estos pensamientos los que en ti proyectan un estado de negación y refuerzan el estado envidioso.
Acción:
Mantén en tu cabeza siempre tus prioridades y no dejes alejado de tu vista, los objetivos que quieres lograr. Conserva tu enfoque hacia ello y no dejes de accionar. Concéntrate en el desarrollo de lo que te acerca cada día a ello ya que, con ello ayudarás a no dar demasiadas e innecesarias vueltas a la cabeza.
¿Qué puedes hacer? ¿Qué te apasiona? ¿Con qué te encuentras más cómoda/o? Recuerda tus respuestas y toma práctica a diario.
Un abrazo,
Omayra Montes