El 13 de mayo de 1904, mientras participaba en la tertulia que Valle-Inclán presidía en el Nuevo Café de Levante, Pío Baroja sorprendió a todos los presentes con una definición de las distintas clases de españoles, que se ha convertido en clásica:
"La verdad es que en España hay siete clases de españoles... Sí, como los siete pecados capitales:
los que no saben
los que no quieren saber
los que odian el saber
los que sufren por no saber
los que aparentan que saben
los que triunfan sin saber
y los que viven gracias a que los demás no saben. Estos últimos se llaman a sí mismos políticos y a veces hasta intelectuales".