por Juan Bellido
1. DEFINE CLARAMENTE QUÉ QUIERES
No lo confundas con qué debes hacer. Para definir con claridad qué quieres hacer, puedes preguntarte ¿qué es lo que no quieres?, ¿con qué te estás conformando en tu vida? ¿a qué estás renunciando? ¿qué es lo que de verdad te importa? ¿qué quieres realmente? ¿quieres lo que ya tienes?
Define a qué área de la vida pertenece tu deseo: Salud; Ocio; Finanzas; Trabajo; Familia; Amigos-Amor; Espiritualidad; Crecimiento personal.
2. OPTA POR CREER QUE ES POSIBLE
Habida cuenta de que nunca pierdes del todo hasta que dejas de intentarlo y que nunca hay viento favorable para quien no sabe a dónde va, elige creer que es posible. Ilusiónate con lo elegido.
Tú eres aquello en lo que piensas a lo largo del día. Pregúntate: ¿en qué quieres pensar en los próximos días?
3. VISUALIZA EL RESULTADO
Cierra los ojos, respira pausadamente, escucha el sonido del aire al entrar en tu cuerpo. Serénate. Visualiza en tu mente cómo te sientes alcanzando tu propósito. Ya sea: siendo una persona exfumadora más sana y con más control sobre sí misma; una profesional con dominio de un segundo idioma o leyendo un libro en inglés; una persona ágil y llena de vitalidad tras una carrera continua y un ejercicio que te ha hecho sudar, etc.
4. PRIORIZA Y PLANIFICA
La diferencia entre lo que deseas (un sueño) y un objetivo (lo que quieres hacer) es un proyecto. Es el eslogan que reza en mi despacho, en mi Web, en mi tarjeta de visita.
Planifica semanalmente cómo va a contribuir tu vida a conseguir tu logro. Simula e imita el éxito. Interprétate consiguiendo el logro.
5. ESCRÍBE TU PROPÓSITO
En la Universidad de Yale llevaron a cabo un estudio donde pidieron en 1953 a los estudiantes que escribieran sus deseos de éxito tras finalizar los estudios. Tan sólo lo escribieron el 3% de los estudiantes. 20 años más tarde volvieron a reunir aquella promoción del 53. Sorpresivamente se constató que sólo el 3% de aquellos antiguos alumnos/as habían conseguido sus metas y gozaban de mayor éxito económico y personal. Ese 3% coincidía con los que lo habían escrito.
Merece la pena intentarlo. No pierdes nada y ganas no ser del 97% restante.
Escribe tu META, tu SUEÑO, tu PROPÓSITO y pégalo en el espejo del baño. Cada vez que lo veas te recordarás a ti mismo/a que LO IMPORTANTE ES LO PRIMERO.
No dejes que lo urgente te haga olvidar lo importante: tu PROPÓSITO.
6. CONSIGUE APOYO
Si tienes la humildad suficiente para reconocer que sólo o sola no puedes, felicidades.
Lo importante es llegar aprendiendo del camino. Nadie dijo que no se podía tener ayuda.
El coaching es la profesión de los “apoyadores”. Elige un/a coach que te ayude en el proceso de mejora.
7. CELÉBRALO
Sólo el 3% de la población tiene el coraje de escribir sus Metas. Menos aún son las personas que se lo recuerdan a sí mismo todas las mañanas. Felicítate, pues sólo por hoy has trabajado por tu sueño. Y aunque sea sólo por hoy has estado más cerca de tu META.
Si cada día estas más cerca, llegarás. Vive cada día como si fuese año nuevo.
Autor: Juan Bellido
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