Muchos empleados tienen gran potencial, pero numerosas excusas les impiden alcanzarlo. Una de las principales funciones de un buen líder es ser capaz de superar esas barreras y sacar lo máximo de sus trabajadores, desafiando a sus empleados para ser mejores.
“Generalmente es más fácil generar una excusa que lograr algún reto”, señala John Hall, CEO de Influence & Co, una compañía que ayuda a empresas y marcas a crecer, a través de programas de pensamiento y marketing. En un artículo para la revista Forbes, Hall explica algunas de las principales excusas que plantean los trabajadores y que les impiden crecer. Una vez que sean localizados, es necesario abordarlos.
1. No hay suficiente orientación
Esta es la excusa más habitual entre la gente acostumbrada a buscar la solución de los ejercicios en la parte de atrás del libro. Los mejores empleados tienen iniciativa, y requieren de menos orientación. Los mejores empleados solo preguntan cuando es necesario.
2. Es culpa de otro
Una excusa digna de la escuela. Si en el equipo de trabajo hay alguien que no cumple con su función hay que alentarle para que lo haga, y si no es posible (por perezoso o por incapaz), debe hacerlo uno mismo. Simplemente, los mejores empleados hacen el trabajo.
3. No es posible
Es difícil encontrar algo que realmente no sea posible. Solo hace falta un poco de esfuerzo y darle vueltas a la situación. Los grandes empleados no ponen excusas, ya que no se rinden cuando chocan contra una barrera. A veces, la diferenmcia entre imposible y posibles es solo un correo electrónico, una llamada o una búsqueda en Google.
4. Es un error común
Muchos empleados piensan que algunos errores (los ortográficos o los gramaticales) no son graves porque los comete mucha gente. Los mejores empleados no son “comunes”, y no cometen errores de gente “común”. Hay que revisar el trabajo. Algo tan simple como cuidar la ortografía o formar oraciones completas supone una ventaja competitiva.
5. No tengo contactos
A menudo, muchos proyectos dependen de las redes de contactos de los superiores. Un empleado destacado es capaz de superar esas barreras y buscarse sus propias conexiones, estableciendo su propia red. Un líder valora enormemente ver como un empleado logra relaciones adicionales de las que la empresa se puede ver favorecida.
6. El cliente no razona
Hay mucha gente compleja y complicada por el mundo, con la que es difícil tratar, por lo que lo mejor es acostumbrarse. Un cliente poco razonable no es obstáculo para lograr las metas. Los empleados más válidos encontrarán la manera de lidiar con dichas personas.
7. Falta formación
Cuando un empleado no tiene la suficiente formación puede convertirse en un desastre. Todos los líderes deben realizar un esfuerzo por entrenar y formar a sus empleados. Por desgracia, la formación no es perfecta al 100%, y muchos empleados nunca serán correctamente entrenadors. Por ello, los empleados también tienen la obligación de aprender por su cuenta, y tratar de hacerse mejores.