Hay un empacho de comida mal digerida. Una sobredosis de guerra en las noticias. Un millón de tópicos, que empiezan con ese falso millón de muertos. Tengo sobre la pila de lecturas pendientes la última novela de Antonio Muñoz Molina. “La noche de los tiempos” tiene 960 páginas, letra para lector de vista cansada y un aluvión de críticas positivas, todas armadas con ese calificativo, imprescindible, al que sólo le faltan los signos de exclamación. Un adjetivo de faja roja que me ha hecho pensar en otros libros necesarios para comprender la guerra de mis abuelos. Aquí van algunos.
1) “La guerra civil española”. Anthony Beevor. Cada generación tiene una historia general de la guerra. Ésta es la nuestra, con permiso de la tetralogía de Ángel Viñas. Beevor se acercó a nuestra guerra antes de escribir su célebre “Stalingrado”. Casi dos décadas después, Beevor reescribió el libro. Tiene el ritmo de sus mejores obras y la mirada anglosajona que durante tanto tiempo fue la única que nos permitió ver la guerra sin dioptrías ideológicas.
2) “Las armas y las letras”. Andrés Trapiello. El dedo aprieta el gatillo, pero es la palabra la que mueve el dedo. Nuestra guerra estuvo llena de escritores con fusiles, pero fueron más peligrosos los poetas que alentaron a matar. Este libro de Andrés Trapiello es el mejor relato de esta guerra civil de palabras.
3) “Homenaje a Cataluña”. George Orwell. ¿Por qué combatir si no es para defender una nueva sociedad? La guerra civil permitió una pequeña y efímera revolución anarquista en Cataluña y Aragón. Miliciano del POUM, Orwell nos dejó este relato de una aventura que acabó con una guerra civil dentro de la guerra civil. Aquí nació “Rebelión en la granja”, aunque entonces Orwell no lo sabía.
4) “El corto verano de la anarquía”. Hans Magnus Enzensberger. De todas las preguntas que los historiadores no han sido capaces de responder una de las más fascinantes es por qué triunfó el anarquismo en España. Esta “Vida y muerte de Durruti” es un libro fascinante, por su contenido y por su forma… y porque sigue sin descubrir el enigma, el de la muerte de Durruti y el del triunfo fugaz del anarquismo.
5) “La batalla del Ebro”. Jorge M. Reverte. Fue la última batalla, el último esfuerzo de aquel ejército de la República creado por el general Vicente Rojo, aguerrido en la defensa y torpe en el ataque. Una batalla con las tácticas de la I Guerra Mundial que Reverte narra con el pulso intenso de un gran narrador.
6) “La perfidia de Albión”. Enrique Moradiellos. ¿Hubiera perdido la República la guerra si Francia e Inglaterra la hubieran apoyado? La respuesta parece obvia. Mientras que el ejército franquista se alimentaba de las armas y los soldados de Alemania e Italia, Gran Bretaña impuso un embargo que sólo perjudicó a los republicanos. El profesor Moradiellos es quien mejor lo ha contado.
7) “A sangre y fuego”. Manuel Chaves Nogales. Durante mucho tiempo sólo hubo dos Españas. Después, algunos historiadores comenzaron a hablar de una tercera. Manuel Chaves Nogales, uno de los mejores periodistas españoles, lo hizo mucho antes. Los relatos de este libro se publicaron en 1937, desde un exilio del que el escritor nunca volvería.
La cifra es tan redonda como incompleta. Fuera de esta lista se han quedado la serie de “Campos” de Max Aub, “La pólvora y el incienso”, de Hilari Raguer, la trilogía de relatos de Eduardo Zúñiga, el “Réquiem” de Ramón J. Sender, el “Diario de Hamlet García”, de Paulino Masip, o el “Madrid de corte a checa”, de Agustín de Foxá. Otros libros imprescindibles para saber quién hizo qué, cuándo, cómo, dónde y, sobre todo, por qué.
3/12/09