– Marina Muñoz Cervera –
Un alimento en mal estado no debe consumirse nunca.
Podemos detectar las contaminaciones manifiestas o sus señales, a simple vista, siempre y cuando estemos atentos al estado de nuestros alimentos.
Casi todos sabemos cuándo un alimento está en mal estado. Sin embargo, si vamos con prisas, no tenemos otra cosa que comer o bien, intentamos aprovechar en exceso, podemos utilizar parte de esos alimentos que ya manifiestan signos de contaminación.
Por ejemplo, si observamos un poco de moho en un tomate, pero el resto de la hortaliza está aparentemente sana, quizás quitemos la parte mala y nos comamos el resto. Pero los hongos no solo han invadido la parte que estaba fea, también han producido toxinas que se encuentran en el resto del tomate que nos parecía en buen estado. Por tanto, ante signos de contaminación por mohos u hongos en una hortaliza o fruta, aunque sean pequeños, la indicación saludable es eliminar la pieza entera.
¿Cuando debemos tirar los alimentos?
Los signos de deterioro serán diferentes dependiente del tipo de alimento al que afecte la contaminación.
Cereales y otros productos secos:
Debemos desecharlos ante los siguientes signos:
– Paquete o envase abierto, rasgado o roto.
– Presencia de grumos en las harinas o de arrugas en las leguminosas.
– Cuando el producto esté húmedo y tenga pintas de colores o mohos visibles.
– Presencia de insectos, piedras u otros objetos extraños en el producto.
– Cuando la fecha de caducidad, que figura en el envase, está pasada.
Ante cualquier signo de deterioro descrito, debemos desechar el envase entero, no solo una parte.
Raíces:
– Cuando el producto no es firme y tiene brotes.
– Tiene zonas moradas, aplastadas, podridas o con otros signos de daños.
Frutas y verduras:
– Debemos tirarlas enteras cuando muestren signos de contaminación por hongos, aunque solo sea en una parte.
– Presencia de partes blandas, zonas podridas o con otros signos de daño.
Carnes y aves de corral:
Hay dos signos que indican que una carne está en mal estado:
– Color diferente al habitual.
– Desprende un olor extraño o no habitual.
Pescado:
Los signos que nos indican que un pescado no es comestible, son los siguientes:
– Carne blanda.
– Mal olor.
– Ojos sin brillo u opacos.
– Piel opaca y seca.
– Escamas, branquias o aletas sueltas.
Huevos:
En los huevos es difícil reconocer su escasa frescura a simple vista, excepto que huelan mal al abrirlos o tengan algún deterioro en su cáscara.
Para comprobar la frescura de un huevo, podemos hacer lo siguiente:
Lavamos el huevo con agua limpia y la desechamos después.
Luego, colocamos el huevo en un recipiente y lo cubrimos con agua limpia, si el huevo se hunde y se pega a la base del recipiente, está fresco. Si el huevo flota, estará en mal estado y hay que desecharlo.
Leche y productos lácteos:
Debemos sospechar signos de deterioro y eliminar el producto, en los siguientes casos:
– Si tiene mal olor o un sabor extraño.
– Cuando está expuesto a la suciedad, moscas u otros insectos.
– Si está a temperatura ambiente, ya que estos productos necesitan refrigeración para conservarse de forma adecuada.
– Si la fecha de caducidad está vencida.
Alimentos enlatados:
Debemos desechar la lata con su contenido entero, en los siguientes casos:
– Cuando la lata está abultada, abollada, oxidada o tiene otros signos de deterioro.
– Cuando al abrir la lata, el alimento huele mal, sabe mal o tiene un aspecto extraño.
– Si hay alimento que se ha filtrado a través de la lata, es decir, cuando rl envase tiene fugas.
– Si la fecha de caducidad del producto está pasada.
En esta entrada, hemos revisado una ficha informativa de la lección 8 (tema 3) del curso de la FAO Alimentarnos bien para estar sanos, que estamos incluyendo dentro de la categoría Lecciones de alimentación sana de este blog.
Para terminar, comentaros que la ingestión de alimentos o trozos de los mismos con los signos que hemos descrito, puede producir, desde una intoxicación leve, que pasa desapercibida, hasta cuadros muy severos que pueden terminar con la muerte de la persona.
Es mucho mejor, esperar para comer otra cosa que comernos un alimento que no esté en óptimas condiciones de consumo.
Entrada relacionada:
La contaminación biótica de los alimentos.
Fuente:
Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO). “Alimentarse bien para estar sanos”. Depósito de documentos de la FAO. Roma, 2013. ISBN 978-92-5-107610-1.
Imagen:
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