La primera vez que vi a Sigourney Weaver fue huyendo aterrorizada del letal y efectivo alienígena, que la persigue en esa obra maestra de terror gótico en el espacio dirigida por Ridley Scott, “Alien El 8º Pasajero” (1979). Ella es una amazona en el futuro, una hembra absoluta de la que de cuando se combinan close ups de diferentes ángulos de su cuerpo con la desagradable y asquerosa figura del ser que se ha introducido en la nave de la que ella es, a la postre la única sobreviviente. Su piel suda, su respiración se agita mientras sobre la marcha planea la manera de sobrevivir a tan peligroso adversario.
En ese escenario claustrofóbico, metálico y deshumanizado, el mundo conoció a esta magnífica actriz dotada de una feminidad viril y una presencia singular en el celuloide. Luego tendría tres secuelas de la heroína absoluta, la teniente Ellen Ripley que lucha contra el asqueroso extraterrestre, en “Aliens” (1986) de James Cameron por la que sería nominada al Oscar, “Alien 3” (1992) y “Alien Resurrection” (1997) coprotagonizando con Wynona Ryder.
En 1989 en “Gorilas en la niebla” personificaría a Diane Fossey, la defensora de los primates en peligro de extinción y quien sería asesinada por su lucha. Sería postulada a actriz principal por este personaje y repitiendo ese mismo año nominación como actriz de reparto, en “Working Girl” al lado de Harrison Ford y Melanie Griffith, con un divertido y malvado papel de una jefa cruel y celosa.
Fue una periodista inmersa en el conflicto de Yakarta de los años 70’s que trabaja y se enamora de un colega, Mel Gibson, en esa magnífica película del maestro australiano Peter Weir llamada “El año que vivimos en peligro” (1982). Allí Linda Hunt, la diminuta actriz hace de otro periodista que se enamora perdidamente de la protagonista, ganándose el Oscar a mejor actriz de reparto.
Fue la novia de Bill Murray poseída por un demonio que destruye a New York en esa taquillera y entretenida película con secuela “Los Cazafantasmas”.
En 1994 se deja dirigir por Roman Polanski en una magnífica adaptación de la obra teatral de Ariel Dorfman “La muerte y la doncella”, que recrea los traumas generados por las torturas dirigidas a los presos políticos en las dictaduras suramericanas. De nuevo descuella en el papel de Paulina, una resentida y frágil sobreviviente de la dictadura que encuentra de manera inesperada la oportunidad de vengarse de su agresor. Ben Kingsley es un partener apropiado para dejarse vejar por su otrora víctima.
En 1995 hace el destacado thriller “Copycat” al lado de Holly Hunter y Dermot Mulroney, en el papel de una Psiquiatra con agorafobia (miedo intenso a los espacios abiertos), que intenta ayudar a la policía a capturar a un asesino serial mientras este intenta asesinarla.
Sus dotes como actriz han sido reconocidos con un BAFTA’ (el premio británico de cine) como mejor actriz de reparto en 1988 por la película “La tormenta de hielo” y un Globo de Oro como mejor actriz principal en “Gorilas en la niebla”
Recientemente se destaca en el papel biográfico de una madre activista a favor de los derechos de la población LGBT, en la película para televisión “Una plegaria por Bobby” que le daría una nominación al Emmy como mejor actriz dramática.