En anteriores post, hemos comentado la propensión a la disfunción eréctil y a la impotencia que se da en el colectivo ciclista por encima de otros deportes. Todo ello es fruto, fundamentalmente, de la posición, en la que el ciclista, sentado sobre su sillín, concentra su peso sobre el perineo, una zona que tiene mucho que ver con este tipo de males.
Sin embargo, los ciclistas profesionales recorren miles de kilómetros al año y nada apunta a que desarrollen en masa la desgraciada impotencia de marras. En Merkabici queremos ofrecer una lista brevísima de consejos sencillísimos –científicamente comprobados- que te ayudarán a prevenir la impotencia si eres un cicloturista asiduo.
Limitar el tiempo sobre la bicicleta. No renuncies a la bicicleta, pero si empiezan a asomar los primeros dolores, sé cauto y no arruines tu salud por el deporte (a eso se le llama obsesión, y existe de verdad). Limita el tiempo mientras aplicas las demás medidas que aparecen aquí abajo y prevén la impotencia.
Sentarse lo más vertical posible. Así ayudarás a no concentrar todo el peso en el perineo y favorecerás una posición más cómoda contra la impotencia.
Utilizar los nuevos sillines especiales que son más anchos y son hechos con un material tipo gel, para no concentrar el peso en el perineo (la posición vertical es complementaria). Estos sillines contra la impotencia se encuentran fácilmente online a un cote muy barato.
Evitar grandes periodos seguidos de entrenamiento. Si quieres meterte una buena carga para preparar una competición, intenta esparcirla a lo largo de la semana. Aprende a descansar (básico de cara a la competición), a alternar, procura entrenarte en máquinas si sientes molestias… La impotencia es un mal muy feo.
Alternar posición sobre el sillín. No solo hay que ir vertical, sino que hay que despistar al organismo y al dolor poniéndose de pie, parándose sobre los pedales…
Evitar baches y caminos irregulares. Si hay algo seguro es que el traqueteo constante no ayuda de cara a la impotencia. ¡Cómo tendrán el perineo los asiduos al pavés belga!
Comer frutas y verduras. Siempre buenas para la salud sexual, de la que la impotencia es una pata más.
Mantener un peso saludable. El sobrepeso puede alentar la disfunción eréctil.
Evitar comidas grasosas. Las grasas no son buenas para el órgano sexual: por el contrario, son más bien nocivas. De vez en cuando están bien: a la larga son malísimas.
Realizar exámenes periódicos tanto hormonales como metabólicos incluyendo colesteroles, triglicéridos y azúcar.
Evitar el tabaco, el alcohol y el consumo de drogas. Todos a la larga pueden provocar impotencia. La alimentación, el sobrepeso, la salud, el consumo de sustancias tóxicas… son todas prácticas ligadas a la disfunción sexual. Cuídalas, además de tu posición sobre la bici.