Revista América Latina

Sigue la conspiración contra la Revolución Bolivariana

Publicado el 08 diciembre 2011 por Jmartoranoster

Posted on 8 diciembre, 2011 by Yasmin Chauran No hace falta ser especialista en historia ni investigadora de las grandes traiciones y conspiraciones en el ámbito político para saber que éstas se construyen y desarrollan desde dentro del poder que buscan destruir. Necesariamente se requiere infiltrar gente que se gane la confianza necesaria para poder asestar el duro golpe en el momento menos pensado. El factor sorpresa es vital para la efectividad de la conspiración. Recordemos cómo en abril de 2002 se develó la traición fraguada con suficiente antelación y cuyo desarrollo estaba en manos de los militares más cercanos al camarada presidente Hugo Chávez. Sin duda que esos acontecimientos nos marcaron a quienes no hemos tenido tiempo de vivir otra experiencia similar. Superada la crisis que generó toda la acción desestabilizadora de la derecha durante 2002 y 2003, siguió el plan en las sombras del poder. Sin duda desde las grandes instancias de toma de decisiones de este mismo gobierno continúa la incomodidad y preocupación porque este proceso político termine en una gran revolución socialista. De ahí que sectores políticos interesados estén permanentemente activados en meterse en los espacios populares para traar de controlarlos. El sector laboral no es una excepción a este accionar de grandes jerarcas del poder constituido, por ello desde hace algunos años se han enquistado directamente o a través de terceras personas, en espacios de impacto laboral, impulsando una política de paralelismo sindical (en nombre de la supuesta defensa de la revolución), persecución a la disidencia (sea revolucionaria o de oposición), promoción y financiamiento de lideres creados sin arraigo popular; todo con miras a acumular fuerzas para asestar el golpe de crear un órgano de poder con apariencia de amplitud, pero cuyo principal objetivo es dividir a la clase trabajadora. Estos sectores no cesan en su conspiración contra la clase trabajadora, contra el pueblo en su conjunto y contra la política impulsada por el camarada Chávez. Si embargo, esos mismos altos funcionarios que han venido invirtiendo tiempo y dinero del pueblo en financiar su proyecto, son los que le aconsejaron al presidente Chávez que fuera al acto de instalación del nuevo instrumento de poder, que cual caballo de Troya, servirá a sus fines conspirativos contra el propio Chávez y el pueblo llano que es su único aliado estratégico. Las tareas de la clase trabajadora Hace algunos meses venimos escribiendo sobre el gran reto que tenemos las revolucionarias y revolucionarios de lograr que el Plan Guayana Socialista (PGS), como creación legítima de trabajadoras y trabajadores de las principales fábricas de la economía no petrolera del país, se convierta en herramienta para la batalla popular por construir una estructura económico-social que responda a sus intereses. En esta dirección, al menos tres instancias funcionales de la clase trabajadora han servido de instrumento para seguir impulsando esta propuesta programática: la Asamblea General del PGS que sesiona semanalmente en Puerto Ordaz y el Colectivo Nacional por el Control Obrero, diseminado por todo el territorio nacional y con encuentros de trabajo periódicos. También algunos sectores y corrientes de la UNETE han servido de caja de resonancia para estas propuestas revolucionarias. Estos mismos sectores organizados participamos masiva y militantemente en la recolección de firmas para solicitar ante la AN la activación de la consulta popular a través de la figura de Pueblo Legislador, con miras a elaborar y aprobar una nueva y revolucionaria Ley Orgánica del Trabajo y la Ley de los Consejos Socialistas de Trabajadoras y Trabajadores. Esto permitió que el 26 de julio, fecha histórica para los pueblos latinoamericanos, consignáramos las firmas correspondientes, dando un carácter legal a la acción legítima realizada. Pero mientras desde las bases laborales, las y los de a pie transitamos el hermoso, complicado e irrenunciable camino de la unidad, desde cúpulas partidistas se cocinaba y se montaba un aparato de control y reparto de poder, denominado Central Socialista, que es central, pero nada tiene de socialista, ni en su concepción ideológica ni en su práctica política. Llama la atención comprobar que no por casualidad varios de los autonombrados coordinadores de ese aparato de poder son quienes en Guayana han boicoteado el desarrollo del PGS y han tratado de socavar las bases del Control Obrero como modelo de gestión consejista. Ante esta artimaña de la derecha endógena, urge acelerar el paso pero sin desesperación. Mientras el gris (afortunadamente ahora exministro) José Khan dejaba pasar todas sus responsabilidades a otras manos de mayor peso político y nos distraía solicitando informes repetidos, desde la base trabajadora seguimos trabajando, socializando el Plan de Transición y nutriéndolo, elaborando y aprobando la Normativa para la elección de las vocerías por las bases, instalando las Mesas de Trabajo en las fábricas donde fuera posible, presionando para lograr el desembolso de los recursos para los planes de inversión de ALCASA con el objetivo de fortalecer la producción aguas abajo del aluminio y fijando posición pública contra los despidos y la persecución laboral en Carbonorca, FMO, Friosa, Orinoco Iron y otras empresas cuya administración está en manos del Estado a través de funcionarios alejados del proyecto político bolivariano. Ante el nuevo escenario del cambio de ministerio, sus competencias, alcance y nuevo ministro de esta área, la clase trabajadora de Guayana tiene positivas expectativas, pero sabemos que ahora menos que nunca podemos bajar la intensidad del esfuerzo, pues se acerca el 2012 y más pronto que tarde caerán más caretas, develando el rostro de la conspiración interna, esa que subestima el Control Obrero, desprecia el Poder Popular en su conjunto, odia al camarada Hugo Chávez y hará todo lo posible por su derrota el 07 de octubre. Quizá desde la mafia de las cabillas y del aluminio se financie esa conspiración; ya lo veremos. *Colectivo Social SURCO.Trabajadora de VENALUM. [email protected]


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