Iniciamos la semana con
una nueva colaboración de Antonio de la Torre, que nos trae su particular
visión y opinión sobre las elecciones catalanas. Y es que estas elecciones han
dado, y darán, mucho que hablar, aunque a la vuelta de la esquina tengamos las
Generales. ¡Feliz lunes!
Hace seis meses, aunque,
la verdad, parece que hiciera mucho más, pocos días después de las últimas
elecciones andaluzas -22 de Marzo pasado- escribía un artículo en relación con
la sorprendente interpretación que todos los partidos dan a sus resultados electorales,
titulado ¿todos
ganan, o no se quieren enterar?
Hace sólo tres días que
se han celebrado lo últimos y repetitivos comicios en Cataluña y, en esta
ocasión, vemos valoraciones contradictorias según qué líder las haga, incluso
del mismo partido, en algunos casos. Esta vez ganan o pierden “según el color
del cristal” del que lo mira. Pero vamos por partes y analicemos los resultados
y reacciones de los diferentes partidos.
En primer lugar, los
supuestos ‘ganadores’, Junts pel Sí, ese extraño híbrido formado por un partido
de derechas, la burguesía catalana en estado ‘impuro’, CDC, desprovista de su
antes ‘hermano’ UDC, que ante el riesgo de la debacle –que se hubiera producido
de comparecer solo -recordemos que la antigua CiU obtuvo en 2010 62 escaños,
que se quedaron en 50 en 2012, de ahí el híbrido - se une a dos partidos de
izquierda independentista, ERC e IUCV y, juntos los tres, obtienen una victoria
en escaños -62, los mismos que CiU cinco años antes-, pero no en votos –gracias
a esa absurda Ley Electoral que hace que los votos tengan diferente valor según
la provincia de que se trate-, por lo que el “triunfo” se relativiza y para
proclamar esa cacareada independencia, que era su objetivo final al margen de
que fuera ilegal, necesitan del apoyo de las CUP, que también “ha ganado”,
puesto que partía de 3 en 2012 y ha obtenido 10, y que es aún más radical y de
izquierda que sus homólogos anteriores y que, como es lógico, no quiere nada
con los burgueses de CDC ni con su líder, Arturo Mas, en particular. Su
portavoz decía que “a Mas no lo vamos a investir ni a vestir ni a desvestir” (sic).
¿Quiénes han ganado, entonces? Parece que ninguno realmente porque se antoja
difícil la formación de un gobierno –me niego a ponerlo con mayúscula- estable
y el escenario más probable, al día de hoy, es la convocatoria de unas nuevas
elecciones, aunque el delfín –y parece que algo más- del “Molt miserable” Pujol
ya ha “advertido” a las CUP que “no tiene ganas de hacerlas” pero, según el
vocero oficial de Cataluña, La Vanguardia, antes Española, ya se están pensando
su voto a Mas que, hasta ayer, era NO y hoy es un “no sumiso, sino que hay que
negociar”. ¿Veremos en unos días CDC + ERC + ICV + CUP = “Junts pel 4%”? Ahí queda.
Puede que, desde esta
perspectiva de los partidos “ganadores”, lo más importante es que su pretendido
“plebiscito” se queda en que hay una mayoría de catalanes que no quieren la
secesión, por lo que no ganan sino que pierden. Y gana Cataluña, claro. Pero
sólo un poco si no se define el Gobierno pronto.
Vamos ahora con la
interpretación del PSOE y de su número uno en Cataluña, el bailarín Iceta. Han
perdido cuatro escaños, con lo que siguen en caída libre aunque casi con los
mismos votos que en 2012, cuando la caída fue de ocho, pero como esperaban
menos aún, han “remontado”, por lo que otros “vencedores” pese a sus 16 escaños
que le sirven de muy poco. A este paso llegaremos a lo que decía un conocido
chiste “Epidemia controlada por falta de enfermos”. Por su parte, el Secretario
General del partido Pdr Snchz, el que perdió
algo más que las vocales, recordando un artículo de Noviembre de
2014.
Nos dice que promete “la
unidad de Cataluña desde la Moncloa”, justo el mismo sitio desde el que su
antecesor en el PSOE, el innombrable Rodríguez –perdón-, empezó a separarla
tras su promesa a Maragall antes de su llegada al poder y su noche de humo y
alevosía apresurada con Arturo Mas en 2010.
Tenemos después el caso
de “Cataluña Sí que es Pot”, el partido del ‘jefe indio’ “Coleta Morada” que,
curiosamente, habiendo obtenido 11 escaños partiendo de cero, dice que ha
perdido y que el resultado es decepcionante. Curioso acto de “humildad” tras el
recorte de sus expectativas que andaban por los 15-16 escaños según las
encuestas y que viendo el batacazo ni siquiera se dignó a aparecer por
Barcelona la noche del 27-S. Un “indio” valiente, sí señor. Cosa que no debe
sorprendernos cuando, salvo en Andalucía, no ha comparecido en ningún sitio con
su partido sino que se ha unido a las plataformas populares en sus diferentes
acepciones, colocando a sus peones camuflados y, donde los números le fueron
propicios, apareció después para la foto. Parece que el boom de las europeas se
desinfla poco a poco a la vista de sus actuaciones en los municipios en que sus
franquicias triunfaron con el apoyo del PSOE, por cierto y a mayor abundamiento
de datos, a cambio del recíproco en algunas comunidades y ciudades el pasado
mes de Mayo, “Do ut des”. Y como la actualidad cambia a la velocidad del rayo,
después de haber escrito lo anterior surge la noticia de que Podemos no vería
con malos ojos unirse a esa “unión” de los ya juntos con CUP. O sea que
podríamos ver CDC + ERC + ICV + CUP + Podemos = Junts pel 5%. Esperemos que no
se una nadie más porque el porcentaje podría llegar al de los Puyol.
Del Partido Popular, con
una pérdida de 8 escaños –de 19 a 11-, poco se puede añadir sobre lo ya dicho
en otros artículos y comentarios. Desde la entrega por Aznar en “bandeja de
plata” de la ‘cabeza´’ de Alejo Vidal-Quadras a Jorge Puyol en los Pactos del
Majestic, a cambio de apoyo para formar Gobierno en 1996, este partido se quedó
sin un auténtico referente en Cataluña, desde José Piqué hasta Alicia Sánchez
Camacho, que anticipaba una caída a los 5-6 escaños. Una inesperada decisión de
Mariano Rajoy, a mi juicio acertada, colocó como cabeza de lista a Javier
García Albiol, en mi opinión muy tarde, pero que, pese a algunas ‘zancadillas’
desde Madrid, para ‘equilibrar’ la acertada decisión y que no creyéramos que
Génova 13 había recuperado el juicio, supongo, ha hecho lo que ha podido y ha
levantado los pésimos pronósticos que se vaticinaban para el ‘albatros’.
Dejo para el final mi
comentario sobre los que sí que se consideran “verdaderos ganadores” de estas
elecciones autonómicas catalanas, Ciudadanos. Es cierto que su ascenso ha sido,
hasta cierto punto, meteórico, 3 escaños
en 2010, 9 en 2012 y 25 ahora (proporcionalmente, menos que las CUP y que
Podemos, pero no entremos en eso ahora).
Sin dejar de reconocer
que la de Ciudadanos ha sido una subida importante, no lo es tanto si
consideramos que ni siquiera sumando los resultados de los llamados partidos constitucionalistas,
PP y PSOE (este “constitucionalista” a ratos y según quién o cuando hable)
podría formar una alternativa con posibilidades ciertas, ya que sumaría 56
escaños, muy lejos de los 68 necesarios ni siquiera con el hipotético e
improbable apoyo de los 11 del “Coleta morada”. Porque, a fin de cuentas ¿qué
ha hecho Albert Rivera y su partido en nueve años en Cataluña? Nada, hasta el
momento, aparte de oponerse verbalmente a algunos desmanes de Arturo Mas, que
no es poco, se podrá decir y yo asumo, pero que se traduce en nada práctico
porque no ha gobernado en ningún sitio y tratándose de una región en quiebra,
económica y social principalmente, en la que se ha visto que más de la mitad de
sus ciudadanos no quiere la independencia y que, ante el vacío del PP en los
últimos casi 20 años, debería despertar mayor interés por Ciudadanos. Sus 25
escaños representan un 18’5 % del total
y sus votos un 17’9% de los catalanes que votaron.
Eso sin entrar en las
contradictorias alianzas de Ciudadanos en algunas regiones y municipios, -apoyo
en Andalucía y paso de puntillas sobre
los escándalos del PSOE y “apoyo” en Madrid exigiendo una auditoría de las dos
últimas legislaturas, por citar las más notables-.
En definitiva y pese al
apoyo casi incondicional de ciertos líderes y creadores de opinión de algunos
medios, digitales y radiofónicos, más, creo yo, por el desencanto, -cabreo, me
atrevería a decir-, con Mariano Rajoy y algunos miembros de su equipo, con una
componente, muchas veces, más personal que objetiva, si se es riguroso en el
análisis (yo soy muy crítico con Rajoy como he dejado constancia en varios
artículos ), Ciudadanos no ha demostrado nada –del dicho al hecho…- y yo pongo
en duda la realidad de un auténtico proyecto común en toda España, más allá de
lugares comunes que todos queremos y frases rimbombantes, que suenan muy bien,
pero sin “mimbres” con fuste y suficientemente preparados –con alguna
excepción, posiblemente- para el gran "cesto" que hay que completar
en España. Hasta ahora sólo hemos visto jovencitos sin experiencia demostrada,
más o menos “aseados” en sus exposiciones, y muchos arribistas y oportunistas,
desechados del PSOE en proporción importante, de donde se habían caído –si no
los habían tirado- o no tenían muchas posibilidades de escalar y/o vivir del
presupuesto que, al fin y al cabo, parece que es de lo que se trata en muchos
casos.
El tiempo, ese juez
implacable, aunque a veces tardío, pondrá a cada cual en su sitio y veremos
cómo se desenvuelve Ciudadanos en caso de tener que asumir alguna
responsabilidad de gobierno que, de momento, y con la excusa de que no han
ganado en ningún sitio, no quieren ejercer. Y, las elecciones generales, están
a la vuelta de la esquina. Seguiremos atentos a lo que pase estos tres escasos
meses.
Revista Política
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