Hola.
En la entrada anterior os proponía un ejercicio de escritura para estos días de confinamiento. En primer lugar, quiero dar las gracias a aquellas personas que han compartido con nosotros sus escritos, tanto en los comentarios del blog, como a través de las redes sociales.
Tal y como prometí, yo también compartiré un texto inspirado en la foto del otro día. Pero, antes de eso, os propongo otro ejercicio:
CUENTA LOS PENSAMIENTOS DE UNO DE ESTOS PERSONAJES
(PUEDES HACERLO EN PRIMERA PERSONA O CON UN NARRADOR EXTERNO)
Y, ahora, os pongo aquí mi humilde contribución
De pie, en silencio, escuchando, sintiéndome como un avión que encara la pista, a punto de despegar. Ojalá pudiera volar tras mis sueños y seguir el surco del sol en el lago hasta colarme por una rendija del horizonte.
Las tablas crujen bajo mis pies, quejumbrosas, como un anciano que camina lentamente con las manos en la espalda, mientras musita una letanía de lamentos que ya nadie escucha.
Mis pasos me acercan a ese recuerdo, al que siempre me hace volver. Casi puedo tocarme, tocarte. Escuchar esa risa cristalina, más fresca que el agua que zarandea el embarcadero.
Alzo la vista y despido al último rayo de sol, antes de que se zambulla en la distancia. La brisa se enfría. Me doy la vuelta y decido marcharme.
Sé que volveré mañana. Y pasado. Y al otro. Y sé que más pronto que tarde, mis sueños serán recuerdos y tú y yo volaremos juntos.