(Cuento de la novia perdida. Miriam la del jardín. "María Magdalena y el Santo Grial. Margaret Starbird. Edt: Circulo de Lectores. 2004. Pags: 31,32,46)
Fruto quizás de estas leyendas existe una tradición en el sur de Francia (tierra de tradición cátara por excelencia) que lleva al culto y la veneración de Sarah "la Kali" (Sara la negra en gitano). Todos los 24 de Mayo procesionan con la imagen y la veneran en la cripta taurobólica construida en su honor. Narra la historia que María la Magdalena, María Salomé y María la madre del Apóstol Santiago desembarcaron en un pueblo de la Galia llamado "Ra" donde había un asentamiento romano-egipcio y allí vivieron hasta el final de sus días. Algunos sostienen que allí las esperaba Sarah "la egipcia" que vio su barca atracar en la playa; muchos cuentan que la propia Sarah iba con ellas en la barca y que decía ser la sirvienta de la Magdalena; otros afirman que, aquella Sarah (que procedía del Alto Egipto), era hija de María Magdalena y Jesús de Nazaret y que había sido escondida y protegida tras la persecución de los primeros cristianos en la huida de las tres Marías de Jerusalén. Rufo Festo Aviano describe que aquel lugar cambió su nombre por el de "Ratis" tras la llegada de las Tres Marías, allá por el año 40 d.C, y que Sarah la Kali se convirtió en la jefa de la tribu procesando una religión politeísta y un culto a Isthar -imagen con la que salían en procesión y a la que paseaban por las aguas marinas para recibir su bendición-. La misma Isthar que hace referencia al culto (pagano) sagrado del matrimonio al que se refiere Starbird.
El nombre de Sarah no es baladí. Sarah se llamaba la mujer de Abraham en la Biblia; Sarah también era el nombre de la esposa de Brahma en los Veda Saravasti y no menos importante para nuestra investigación es el significado que en la Cábala tiene el nombre de Sarah. Significa: "residencia del exilio". En 1888 la localidad, sita en pleno Lenguadoc cátaro, cambió su nombre de Notre Dame de la Mer por el de Saintes Maries de la Mer. Quizás hubiera sido interesante contar con el testimonio de excepción de un tal Vincent Van Gogh por aquella época. Cuentan que gustaba de pasear por aquellas playas y que tuvo en, Les Saintes Maries, su etapa más colorida y maravillosa artísticamente hablando".
Procesión en honor a Sarah la kali. Saintes Maries de la Mer