El implante de testículos es una opción para quienes los han perdido por un tumor, un golpe certero o problemas de nacimiento.Los hay de varios tamaños según las características del paciente por mediáticas, otros por llamativos, los implantes de mama y de pene no suenan ya extraños. Ahora bien, el gesto cambia cuando el susceptible de ser suplantado es un testículo (o los dos, según el caso). Porque, aunque su versión más soez es una constante en el vocabulario español, no está tan extendido en materia protésica. Y todo pese a que, según los expertos, es una alternativa efectiva cuando la Naturaleza no los da o factores externos los quitan.«la gente no lo sabe, y es una opción para quienes han sufrido cáncer de testículo y se lo han tenido que extirpar». Este tipo de tumor no es de los más frecuentes, ya que afecta a entre el uno y el dos por ciento de la población, pero «se da en personas jóvenes, entre los 18 y los 40 años, cuando da más pudor y vergüenza y puede afectar a las relacio sexuales», aclara Ruiz de la Roja, director del Instituto Urológico Madrileño.