Silke Hornillos Klein, conocida como Silke, es una actriz de cine española con voz de porrera y aspecto perroflauta que tuvo especial relevancia en la década de los 90 y desde entonces no se come un rosco.
Durante varios años estuvo en todos los medios habidos y por haber; salía a todas horas en la tele, anunciaba compresas, salía en todas las películas españolas en las que soltaba una parrafada toma impulso, aspiraba las palabras y arrugaba la nariz.
Algunos veían en ella a la nueva Victoria Abril y parecía que venía para quedarse. Pero no, simplemente era malísima actriz. Mucha rasta, mucha imagen, pero actuando no valía un duro.
Solo es recordada por el anuncio de compresas. Un anuncio en el que asegura que si las usas es como si volaras por encima de las nubes, y vas a una tierra extraña y un desconocido te da una bebida exótica. Y vas a Paris y a Londres y a Nueva York. Y ganas a los malos. Esto hace suponer que en vez de ponérsela se la fumaba como aquellos dos las hipotecas fijas.
Después de dejar los estudios en el último año, se fue de viaje y comenzó a importar plata de la india. Más tarde comenzó sus estudios de interpretación, pero no los terminó por lo que se ve.
Despues de enlazar tres películas con mediana repercusión, se fue evaporando entre tiendas en Ibiza y jippismos varios y por suerte nos hemos librado de ella.
Se retiró y se desretiró para finalmente retirarse de nuevo del cine.
Se instaló en Ibiza junto a su novio y dio a luz a una niña.
En la actualidad está volcada en su faceta empresarial, junto a su hermana Elke ha abierto una serie de tiendas en Madrid y en Ibiza. Y también ha probado suerte en el mundo de la pintura. Sus cuadros se han llegado a exponer en Ibiza en varias ocasiones. Y es que no debería haber ningún baño en el mundo sin un Silke original.