Reformas románicas posteriores
Lo más importante se hizo en época del monarca Fernando II de León, concretamente en el año 1168, se le encarga la realización de la nueva portada oeste de la catedral de Santiago de Compostela al maestro Mateo, al que se le concede una pensión vitalicia de 2 marcos de plata (otras fuentes dicen 100 maravedís) para la realización de la misma por parte del monarca. Su obra, el Pórtico de la Gloria, terminada en el año 1188, se convirtió en uno de los símbolos más conocidos de la catedral compostelana. Esta obra, aunque es románica, es un anticipo de lo que nos encontraremos en el gótico, por eso es una obra muy importante. A nivel artístico, tiene una gran filiación francesa, por lo que se sospecha que el maestro Mateo tiene un origen francés, o por lo menos, que es un buen conocedor de obras francesas. Esta obra, marcada en un discurso teológico definido relacionado con el episodio del Apocalipsis, se encuentra llena de simbolismo sobre este tema, simbolismo que va a ser analizado a continuación, junto con otras puertas de la catedral.
Simbolismo en las puertas mayores de la catedral
Según se afirma en el Códice Calixtino, en la catedral románica de Santiago de Compostela existían siete pórticos menores y tres mayores. Los menores eran: el Pórtico de Santa María, el de la Vía Sacra, el de San Pelayo, el de la canóniga, los dos de Pedrera y el de la Escuela de Gramáticos. Los tres mayores formaban parte de un mismo discurso iconográfico alusivo a la historia del género humano: la puerta Francigena (puerta Norte), que representaba la caída y la promesa de redención, la puerta de Platerías (puerta Sur), que representa el cumplimiento de esta redención, y la puerta oeste, que representa el Juicio y Gloria Final, el episodio del Apocalipsis. A continuación, se va a concretar el simbolismo presente en estas últimas puertas y relacionar estas imágenes con el discurso teológico que se pretende transmitir, por orden de este discurso teológico.
La Puerta Francigena
La Puerta Francigena o Puerta de los Franceses (se supone que por esta puerta entraban los peregrinos que hicieran el Camino francés), fue construida entre el año 1101 y el año 1111. Esta puerta ya no existe en la actualidad, fue destruida, pero podemos hacer una reconstrucción a partir de dos factores: la descripción que nos ofrece el Códice Calixtino, y los restos que aún se conservan en la actualidad, tanto os reciclados para la Puerta de Platerías, como los que se conservan en el Museo de la Catedral. Esta puerta representaba la caída y la promesa de la redención. Según se narra en el Códice Calixtino, esta puerta tenía dos entradas, en cada una de ellas, había seis columnas por la parte de fuera, una de mármol y las otras de piedra, tres en la parte derecha y tres en la izquierda. Había un parteluz separador de los dos pórticos con la representación del Señor sentado en majestad, bendiciendo con la mano derecha y con un libro en la mano izquierda. Alrededor de este y, más o menos sosteniéndolo, aparecen los cuatro evangelistas, a su derecha, se representan el paraíso y al Señor castigando a Adán y Eva por el pecado original, y a su izquierda, en otra representación, se muestra su expulsión del paraíso. También se nos muestra la escena de la Anunciación con el ángel Gabriel y la Virgen. Todo esto nos narra el pecado original, pero también la promesa de que este pecado va a ser redimido. Además, había una gran cantidad de representaciones de santos, bestias, hombres, ángeles, mujeres, flores y otras criaturas. Completando el conjunto, hay una representación de San Pedro, San Juan, Santiago y San Pablo, que si excluimos a este último, nos puede recordar otra vez al famoso episodio de la Transfiguración.
La Puerta de Platerías
Fue construida hacia el año 1111. El origen de su nombre es algo muy discutido entre los expertos (unos dicen que es por la existencia de trabajadores de la plata en los alrededores de esta puerta, otros dicen que deriva del término “platea” o sitio de justicia, justificado por la existencia del pazo de Gelmírez). Representa el cumplimento de la promesa que hizo el Señor de redimir el pecado original. Artísticamente, no es una construcción homogénea, pues a los relevos originales, a lo largo del tiempo se les añadieron piezas de la Puerta Francigena y la primitiva puerta occidental (ya desaparecidas). Además, sufrió dos incendios: uno en el año 1117 y otro a mediados del siglo XV. Afortunadamente, podemos saber de su configuración inicial gracias al francés Aymerid Picaud y su obra Guía del peregrino, donde se describe la puerta original. Tenía dos entradas y cuatro hojas. En la entrada de la derecha, en la parte de fuera, había una representación del Prendimiento de Cristo y la escena con Poncio Pilatos. En la siguiente franja, hay una representación de la Epifanía. Estas dos escenas representan el principio y el final de la vida de Cristo, podemos ver un doble mensaje: en primer lugar, se hace realidad la llegada del Salvador, y después, se realiza la Salvación, con la muerte y posterior resurrección de Cristo. Por lo tanto, estamos ante el cumplimiento de la profecía bíblica en la que se dice que el Salvador muere y resucita para salvar a la humanidad del pecado original. Por otro lado, están representados todos los apóstoles, pero a San Pedro (con llaves en las manos), San Juan y Santiago (entre dos cipreses), se les hace una representación especial (otra vez, retoman el episodio de la Transfiguración). También hay una representación del episodio de las tentaciones de Cristo y al lado de esta escena, aparece una mujer que sostiene la cabeza de su amante en estado de putrefacción, que representa a la mujer adúltera y su castigo por el adulterio. Completando el conjunto, están representadas imágenes de flores, hombres, santos, ángeles, bestias, aves, peces y otros motivos.
La primitiva puerta occidental y el Pórtico de la Gloria
De la primitiva puerta occidental sabemos poco. Debería representar el Juicio y Gloria Final, pero no se puede demostrar. Supuestamente se haría hacia el año 1122, aunque desde luego, se hizo antes del año 1139 (el año 1139 es el año de la redacción del Códice Calixtino). Aymerid Picaud nos habla de ella, y dice que era superior a las puertas del cruceiro en belleza y tamaño. Afirma que tenía dos entradas, que estaba decorada con columnas de mármol de diversos tipos, con diversas representaciones y de varios estilos: hombres, mujeres, animales, aves, santos, flores y otros adornos, y que en la parte de arriba se representa, otra vez, el episodio de la Transfiguración. En el momento de su sustitución por el Pórtico de la Gloria, algunas de sus figuras fueron encajadas en Platerías.
Dejando a un lado lo ya dicho en otras partes de este trabajo hay que hablar del Pórtico de la Gloria desde un punto de vista simbólico, relacionándolo con su parte artística. El Pórtico de la Gloria nos narra el episodio del Apocalipsis. Vemos que podemos dividir este acontecimiento en tres partes representadas por las representaciones que hay encima de los arcos: la bajada al limbo en el arco izquierdo, la gloria de Dios en el arco central, y el juicio final en el arco derecho. Todo el discurso teológico plasmado en el Pórtico de la Gloria recibe mucha influencia, a nivel artístico, del denominado Ordo prophetarum (drama litúrgico de época medieval, consistente en un cortejo o procesión de profetas que tenían ropas y tocados exóticos que desfilaban en las iglesias recitando versos de sus profecías en las que se testifica la divinidad de Cristo). La base de todos los arcos, y del parteluz del arco central, están decoradas con menciones al profeta Daniel, en la base de los arcos, hay monstruos inspirados en la visión de las cuatro bestias de Daniel (Dn 7, 4-8) y en la base del parteluz, el episodio de Daniel y los leones. En el conjunto de columnas que sostienen los arcos de la parte izquierda del pórtico, aparecen los profetas, y en los de la parte derecha, aparecen los apóstoles. Esto significa la unión del Antiguo y el Nuevo Testamento. En la parte exterior del parteluz, vemos representado de abajo a arriba, los siguientes temas: la genealogía humana y divina de Cristo, la figura de Santiago como mediadora ante Dios, y la victoria de Cristo sobre el demonio. En la parte interior, aparece representado el maestro Mateo, popularmente conocido como el Santo de los Croques (se denomina así por la tradición que había de dar croques en la figura del maestro Mateo por parte de estudiantes o hijos llevados por sus madres, para obtener la inteligencia que se creía que tenía el maestro). En los huecos que están a cada lado del arco central se representan a las almas a la Gloria, y al lado de los arcos izquierdo y derecho, se representa a ángeles trompeteros y ángeles y serafines en posición de adorar. En el tímpano del arco central (es el único arco con tímpano), se hace una representación muy similar a la vista en la Puerta Francigena: un Cristo redentor y juez, mostrando las heridas, es un Cristo resucitado y victorioso, franqueado por los evangelistas (representados con sus símbolos). En la parte de arriba de esta escena, se representan ángeles con incensarios y los elegidos por Cristo (las buenas almas) para obtener la Gloria final, coronados, y en la parte de abajo, están representados ángeles con los instrumentos de la Pasión. En la arquivolta superior de este arco, aparecen representados los 24 ancianos del Apocalipsis con instrumentos musicales. En las arquivoltas y el arco izquierdo vemos representada la bajada al limbo por parte de Cristo para liberar a diversos personajes del Antiguo Testamento. En las arquivoltas y el arco derecho, vemos representado el Juicio Final, con Cristo, el arcángel San Miguel y, a un lado, los justos en el seno de los ángeles, y al otro lado, los condenados al infierno.
Conclusiones
En mi opinión, la etapa románica de la catedral de Santiago de Compostela constituye, probablemente la etapa más esencial de esta catedral a nivel arquitectónico, artístico y simbólico. A nivel arquitectónico, es la base de la catedral actual, pues os cambios posteriores al período románico no afectan a la estructura básica concebida en el románico. A nivel artístico, constituye el período de mayor y mejor producción de piezas artísticas que complementan de manera extraordinaria a la arquitectura y engalanan a la catedral. A nivel simbólico, la catedral se parece a una gigante Biblia hecha a base de ilustraciones, muy útil para una época en la que la mayoría de la población apenas sabía leer y escribir, y que a través de estas imágenes, podía comprender su contenido. Para la Iglesia, sobre todo la española, fue un instrumento muy útil para la difusión de su mensaje ideológico, fue un instrumento propagandístico de gran utilidad en un momento clave de la historia de la Península Ibérica, como fue la Reconquista y, de paso, dar a conocer una ruta, el Camino de Santiago, que, aunque el motivo principal de su existencia era religioso y espiritual, tuvo unas consecuencias que dieron lugar a la existencia de intercambios con Europa a nivel cultural, comercial y artístico, que determinaron de manera significativa el porvenir, no solo de Galicia, sino también de toda la España cristiana.
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