Alcazaba de Almería
Otros símbolosSu himno oficial, adoptado por el Ayuntamiento en 1946, consiste en el poema Almería, escrito por José María Álvarez de Sotomayor y adaptado musicalmente por el compositor José Padilla. Puede asimismo considerarse himno oficioso de la capital el popular Fandanguillo de Almería, del compositor Gaspar Vivas, que puede escucharse en el carrillón de la casa consistorial.
Otro de sus símbolos reconocidos es el indalo, pintura rupestre neolítica hallada en la cueva de Los Letreros, en el actual Parque Natural de Sierra de María-Los Vélez. Fue considerado ídolo protector en poblaciones como Mojácar hasta que el boom turístico lo convirtió en símbolo de toda la provincia y por extensión de su capital. Aparece, por ejemplo, en el escudo de la Unión Deportiva Almería. Cabe mencionar asimismo el Sol de Portocarrero, altorrelieve que representa un sol antropomorfo rodeado de guirnaldas y que aparece esculpido en el testero de la capilla funeraria del obispo Diego Fernández de Villalán, en la catedral de Almería. Es visible, por ejemplo, en el escudo de la Universidad de Almería.
Almería
Geografía física
Localización
El término municipal abarca una extensión de 295,1 kilómetros cuadrados, y está situado al sur de la provincia homónima, la cual ocupa el extremo oriental de Andalucía, que a su vez corresponde con la esquina sureste de la península ibérica. Queda representado en las hojas MTN50 (escala 1:50.000) nº 1044, 1045, 1058 y 1059 del Mapa Topográfico Nacional.
Limita al Norte con Tabernas, al Noreste con Turrillas, al Este y al sureste con Níjar, al sur con el mar Mediterráneo, al suroeste con Enix, al oeste con Gádor y Huércal de Almería y al Noroeste con Pechina y Viator.
Geología
Dentro de su dominio territorial se distinguen dos unidades geológicas diferentes: por un lado, las sierras de Gádor, Alhamilla y el Cabo de Gata, que se corresponden con el complejo alpujárride enmarcado en las denominadas zonas internas de las cordilleras béticas; por otro, las zonas bajas del término, que forman parte de las cuencas heógenas de Almería-Bajo Andarax al oeste y de Níjar-Carboneras al este.
Almería
El complejo alpujárride está integrado por una serie de unidades alóctonas cuyas facies superior se corresponde a la unidad de Gádor, compuesta por esquistos paleozoicos y cuarcitas. En las proximidades de la ciudad destacan especialmente los afloramientos de calizas que alcanzan en ciertas zonas potencias de hasta 500 metros. Estas sierras tienen su origen en la fase distensiva de la orogenia alpina, entre 10 y 15 millones de años, en cuya última etapa, durante el Andaluciense y Mesiniense, tuvo lugar la elevación de la franja costera y la retirada del mar que provocó el relleno de las zonas bajas con materiales sedimentarios.Las depresiones poseen una base compuesta por sedimentos miocénicos de origen marino, entre los que destacan los conglomerados y sobre los cuales aparecen formaciones turbídicas de origen miocénico, compuestas también por conglomerados de margas y areniscas, y pliocénicos de conglomerados, calcarenitas y calcisiltitas. Los estratos más superficiales son depósitos aluviales cuaternarios de poca potencia.
La zona es punto de contacto de las microplacas ibérica y de Alborán y sus movimientos tectónicos son aún activos. La falla de Carboneras se formó durante el Neógeno debido a la presión que ejercía la de Alborán, desplazada a su vez por la placa africana. Esta falla cruza la sierra de Carboneras y se adentra en el golfo de Almería en dirección noreste-sudoeste, unos 50 km en tierra firme y 100 km bajo el mar. Es una placa de desgarre, cuyos movimientos de registran de forma horizontal, aunque pueden presentarse también movimientos verticales. Los movimientos sísmicos de la zona, muy habituales, se deben principalmente a la antedicha falla de Carboneras y a las de Alhama de Murcia y Palomares, más alejadas éstas de la urbe. Este conjunto de fallas se denomina <<sistema de cizalla Trans-Alborán>>, comenzó su actividad durante el Mioceno y se extiende hacia el noreste hasta Alicante, donde se une a la falla norbética.