La mayoría de las lenguas de los países europeos comparten origen: algunas lenguas derivan del latín, son las lenguas románicas, como el español, francés, italiano o rumano, otras encajan en el grupo de las lenguas anglosajonas y germánicas, como el inglés, alemán y las lenguas escandinavas, y otras dentro de las lenguas eslavas (polaco, checo, eslovaco, ucraniano...). Hace ya tiempo, se descubrió que estas grandes ramas provenían, a su vez, de una primitiva lengua indoeuropea (llamada lengua proto-indoeuropea) que sería como la madre de todas ellas. Y digo casi todas porque hay notables excepciones: el húngaro, el finés, el estonio y el euskera. Y estas excepciones se las saben casi todos los húngaros (al principio me sorprendió que en este lugar tan lejano del País Vasco conociesen la existencia del euskera).
Dentro de dichas excepciones, hay una más: que húngaro, estonio y finés proceden de una primitiva familia de lenguas ugrofinesas provenientes de pueblos en los Urales (caso del húngaro). Ellos vinieron a Europa poco antes del siglo X con sus lenguas foráneas. En el caso del euskera, no se tiene ninguna pista de su origen, y se ha supuesto, por ello, que es la única lengua pre-indoeuropea que ha sobrevivido.
Algunos ejemplos visuales que demuestran fácilmente la gran diferencia del húngaro y el euskera con respecto al resto de lenguas europeas, con palabras básicas de uso cotidiano. Uno puede entender así que sean dos de las lenguas más difíciles de aprender del mundo, debido a sus escasas coincidencias con el resto de idiomas de su entorno.
La palabra "vino" es totalmente homogénea en europa excepto en el caso del euskera, el húngaro y el griego: "ardo", "bor" y "krasi" respectivamente.
La palabra "manzana", "sagar" en euskera o "alma" en húngaro.
La palabra "queso": "gazta" en euskera y "sajt" en húngaro.
Palabra "primavera": "udaberri" en euskera y "tavasz" en húngaro.
Palabra miel: "ezti" en euskera y "méz" en húngaro.
A estas alturas no creo que nadie dude de que tanto euskera y húngaro poco se asemejan al resto de lenguas europeas.
Sin embargo, no deja de ser curioso que dos idiomas tan aislados compartan algunas de sus normas. Por ejemplo, los plurales. Tanto en euskera como en húngaro, el plural de una palabra se construye añadiendo una "k" al final de la palabra. Por ejemplo, "manzana, manzanas" sería "álma, álmak" en húngaro y "sagar, sagarrak" en euskera. "Kotxe, kotxeak" en euskera y "Kocsi, kocsik" en húngaro. Etcétera.
Pero hay más similitudes. Para señalar un lugar, se añade una "n" al final del nombre de la ciudad o país (en el caso del húngaro, esta norma es tan solo para ciudades de Hungría, no para los demás países). Así, tanto en euskera como en húngaro se dice "Budapesten" para referirse a "en Budapest". Por ejemplo, estoy en Budapest se dice "Budapesten vagyok" y "Budapesten nago" en húngaro y euskera respectivamente.
De la misma forma, los sonidos "cz", "cs" o "c", tienen su recíproco en euskera con "tz", "ts" y "tx" respectivamente. Es por ello que para un euskaldun (vascohablante) no supone mucho esfuerzo aprender a pronunciar el sonido "ch" con diferentes variantes, pues son muy similares al euskera.
Como última curiosidad, ambos pueblos húngaro y vasco comparten colores de bandera. ¿Es todo coincidencia? Feliz coincidencia si así lo es.