Revista Cultura y Ocio
Aleix Saló ofrece una crónica de la gran resaca económica contada en clave de humor negro. Una oportunidad de profundizar en la crisis y sonreír.
Una crisis que se explica en viñetas está claro que es un escenario que ha llegado hasta las capas más jóvenes de la sociedad. Es un autor salido de estas filas el que con un tono algo punk y muy didáctico explica a sus coetáneos, y a todo el que se atreva a asomarse a las ácidas páginas de Simiocracia, el auge y caída de la economía española. Aleix Saló centra sus dardos en los banqueros y constructores, sin olvidar a la clase política. Ofrece además un estremecedor paralelismo entre la actual crisis y el crac del 29 y sus efectos: primero la expansión del fascismo en Europa y luego una guerra mundial, la vía que tuvo EE. UU. para mejorar la situación de sus maltrechas arcas.
Sus viñetas cargadas de humor negro están pobladas de villanos, papel que desempeñan con magistral pericia los mandatarios ineptos o corruptos, las administraciones viciadas y los empresarios y banqueros sin escrúpulos. «Estamos ante un caos en el que hay muchos aprovechados lanzados contra los cadáveres», explica Saló y recuerda el llamado principio de Hanlon: «Nunca atribuyas a la maldad lo que pueda ser explicado por la estupidez».
Un libro que se inspira, según palabras del autor, en Tolkien, los Simpson y Harry Potter y que cuenta con vídeo de animación como carta de presentación. Un tráiler de seis minutos que se hace imprescindible para cualquier profano que quiera entender la crisis.
Facebook y Twitter son sus aliados. Y hasta está prevista una exposición. Todo esto para llegar a la conclusión de que la década dejará para la posteridad una de las crónicas más completas jamás relatadas sobre mezquindades y bajezas humanas de nuestra historia. Lo único que le ha quedado al ciudadano de base, apunta Saló, «es una larga lista de recortes sociales y penurias económicas. La brecha entre ricos y pobres ya no es una brecha, es un abismo. Ya no hay clase media, solo mileuristas. Y por no poder, ya ni siquiera podemos recurrir a la cultura del esfuerzo para progresar, pues esta ya no es válida en una sociedad que premia el trilerismo por encima de todo».
El autor, fiel reflejo de su generación, se siente estafado: «lo que empezó siendo, a principios de los años 2000, el inicio de una prometedora época de bonanzas económicas y libertades sociales ha acabado por mostrarse ante nuestros ojos como un monumental engaño. Un engaño, que a la postre, están burdo como el timo de la estampita».
Aleix Saló se autodefine en Twitter como otro charlatán demagogo que habla de economía en los medios solo para venderte libros. Y nos sugiere : Hazte fan. Tal vez merezca la pena.
Publicado en La Voz de Galicia