Realmente vivimos en un país difícil de calificar, aunque cada vez estoy más convencido que nuestras características fundamentales como habitantes del país, tanto votantes como políticos son la estupidez y la falta de la más mínima seriedad.
Solo un país del mundo está, y ha estado siempre, manejado por simios capaces de castigar y perjudicar a la zona que produce más riqueza para el país, que exporta más productos agrícolas y manufacturados, que atrae más turismo, etc., todo ello por fobias personales y la intención de que la creación de riqueza se desplace sin más desde esa zona hacia donde quieren los simios.
El puerto de Barcelona acaba de anunciar el inicio inmediato de su parte de las obras de acceso ferroviario con ancho europeo, mientras el Ministerio de Fomento ni tan solo ha iniciado el trámite previo para proceder a efectuar las obras que le corresponden en el mismo proyecto.
Este es un buen ejemplo de la estupidez y falta de seriedad hispanas. El Ministerio de Fomento (uno de los que más practica la profunda estupidez hispana) se comprometió en el 2002 a completar los accesos ferroviarios al Puerto de Barcelona en ancho europeo, antes de que la multinacional china Hutchinson acabase la construcción de su terminal de contenedores BEST (Barcelona Europe South Terminal). La terminal se inauguró en 2012, y el Ministerio de Fomento no es que no llegase a tiempo a completar la obra sino que cuando se inauguró la primera fase de la terminal el Ministerio había hecho absolutamente NADA en relación con la obra. Después de al menos 8 incumplimientos graves del Ministerio, finalmente hace unos meses Puerto y Ministerio decidieron emprender la construcción y financiación de la obra a medias en una primera fase que solo construiría el acceso al puerto y dejarían la vía de salida para una segunda fase, operando mientras en vías de dos direcciones, método antediluviano frecuente en Catalunya, pero por lo que parece el Puerto está desarrollando el acuerdo mientras el Ministerio continúa sin mover un dedo.
A pesar de las continuas demostraciones de nula seriedad y de burlarse del proyecto por parte del Ministerio y gracias a la buena gestión del Puerto y a su excelente ubicación para competir en el tráfico de mercancías procedentes de Oriente a través del canal de Suez y con destino a Centroeuropa, Hutchinson no solo continua con el proyecto sino que lo ha ampliado, a pesar también que un competidor que inició un proyecto similar en el puerto del Pireo más tarde que Hutchinson ya está totalmente operativo. El Ministerio siempre ha dado como razón para sus incumplimientos la falta de fondos, a pesar de que en los mismos años que se sucedían las tomaduras de pelo ministeriales el mismísimo Ministerio tenía fondos sobrados para construir líneas de AVE de Madrid a ninguna parte que casi siempre circulan con más empleados de RENFE que pasajeros y en alguna línea AVE incluso se interrumpió el servicio a los pocos meses de su inauguración por ser de explotación ruinosa, mientras el proyecto del Puerto de Barcelona aporta un considerable volumen de riqueza al país a un coste que no creo que llegue a una décima parte del de cualquiera de las estúpidas líneas de AVE a ninguna parte. Lo dicho: los simios son más inteligentes y tienen mucho más sentido común.
Los simios también demostrarían mucha más inteligencia si en vez del gobierno central fuesen ellos quienes tomasen las decisiones sobre el Corredor Mediterráneo. Probablemente a consecuencia del fin de la dictadura del PP en la Comunidad de Valencia y el consecuente aumento de las exigencias valencianas por el Corredor, a los simios del Ministerio de Fomento no se les ha ocurrido otra cosa que resucitar la barbaridad de un Corredor Mediterráneo que desde Algeciras llegue hasta Valencia y allí se desvíe a Madrid para desde allí proceder a Barcelona u ofrecer como alternativa la línea a través del túnel a construir en Canfranc, una obra que, aparte ser considerada una locura desde el lado francés, es una barbaridad económica de tal calibre que un faraón dudaría mucho antes de construirlo. Esta propuesta ya provocó muchas y sonoras carcajadas y alguna seria descalificación insultante por parte de los técnicos de la U.E. cuando se planteó por primera vez hace más de un año. Lo que está claro es que después que el Corredor Mediterráneo, y a pesar de la dura oposición de Madrid, ha sido calificado como infraestructura prioritaria por parte de los técnicos de la U.E., el gobierno del Reino de España, sea del partido que sea, aparentan estar desarrollando el proyecto, pero en realidad no tiene ninguna intención de construirlo. Los simios normales haría años que lo tendrían construido y en funcionamiento.
En mi opinión también está pero que muy claro que en Madrid hay verdadero pánico a que el eje Barcelona-Valencia se desarrolle y crezca lo más mínimo a pesar de los palos en las ruedas que continuamente se le ponen, porque no se me ocurre otro motivo para perjudicar a propósito el Corredor Mediterráneo situado en la zona donde circulan más del 65% de las exportaciones del país, en la que los infra simios de Madrid no solo no mejoran la red ferroviaria con un AVE de ancho de vía europeo para pasajeros y mercancías, que es lo que los simios normales y más inteligentes que los del gobierno de España habrían construido y puesto en servicio hace décadas, sino que, a propósito, la mantienen en un estado deplorable, en especial en el tramo catalán donde hay todavía varios tramos de vía única. Como en la barbaridad que están cometiendo con el Puerto de Barcelona, los simios tontitos de Madrid creen que de esta forma evitan el crecimiento excesivo del litoral mediterráneo y favorecen el desplazamiento de la creación de riqueza hacia el centro, cuando cualquiera de los simios inteligentes les diría que lo único que consiguen con su profunda estupidez es ralentizar el crecimiento de la riqueza de toda España.
Después hay quien se extraña que en Catalunya haya independentistas. A mí lo que me extraña es que España entera no quiera independizarse del monstruo de la más absurda burocracia en que han transformado Madrid.