EL AMANECER DEL PLANETA DE LOS SIMIOS (Matt Reeves, 2014)
El futuro postapocalíptico presentado por Matt Reeves pone de manifiesto que, sin lugar a dudas, los tiempos han cambiado en tanto en cuanto a la forma de presentar un leitmotiv que funcione como catalizador del fin de la humanidad. En el año 1968, el espectador fue testigo de cómo Franklin J. Schaffner replanteaba la historia original de la novela de Pierre Boule de 1963 y situaba El Planeta de los Simios en el planeta Tierra (perdón por el spoiler), dando pie a todo tipo de teorías acerca del por qué del triunfo de los primates sobre los humanos. Acorde con la oleada de realidades distópicas nacida en dicha época, la humanidad quedaba relegada a un segundo plano y quedaba al servicio de una historia que inició una de las sagas más fehacientes de la ciencia-ficción post años 50, en las que el planeta devastado por una guerra nuclear estaría presente en muchos films. Ahora, la premisa de la que parte este Amanecer del Planeta de los Simios es una puesta al día de estas situaciones distópicas, ya avanzada en el tramo final de la película anterior: una pandemia por culpa de un virus de laboratorio.Haciendo un salto temporal de 10 años tras la ya memorable El origen del Planeta de los Simios (Rupert Wyatt, 2011), en la que asistimos al cómo y al por qué de la evolución de los primates que van a llegar a ser los amos y señores del planeta, Reeves se consagra como uno de los grandes a la hora de tomar las riendas de esto que podemos llamar "blockbusters de autor". El artífice de la genial Cloverfield (2008) toma las riendas de una saga que va más allá de la mera pirotecnia efectista dispuesta a recaudar el máximo posible en taquilla, pretendiendo (y consiguiendo) contar una historia de personajes, de vencedores y vencidos, de simios que sienten como las personas (la excelente relación entre Caesar y su hijo, clara plasmación de los valores familiares) y humanos que se comportan como animales (escudándose en la excusa de la supremacía de la especie más fuerte).Dejando a un lado la dualidad bueno/malo, las aptitudes del ser humano quedan reflejadas en ambos bandos, en el de la humanidad y en el de los primates, sobre quienes recae el peso de una trama excepcional, haciendo particular mención al excelente Andy Serkins, quien pone expresiones y alma a ese chimpancé llamado Caesar, el líder que se convertirá en leyenda para la comunidad simia en uno de los mejores trabajos interpretativos de los últimos tiempos. ¿Nominación al Oscar? Sin duda la merece.Un de las mejores películas de este 2014, sin duda. Hay que verla.Lo mejor: las representación de los simios es excelente, sin caer en ningún momento en la comicidad o la comedia involuntaria.Lo peor: un Gary Oldman entre desubicado y desaprovechado.