Lorenzo y Simoncelli corren hacia sus motos - AFP.
Fue el primero en denunciar que el pilotaje de Marco Simoncelli era un peligro y que cualquier día podía pasar algo grave. Jorge Lorenzo no se equivocó en su advertencia y días después el italiano acabó arrollando en Le Mans a Dani Pedrosa, al que arruinó el curso, ya que ha tenido que operarse dos veces de la fractura en la clavícula y que reaparecerá en Mugello. Más de un mes después de aquel percance Simoncelli resultó el triste protagonista en Assen con una acción innecesaria en la primera curva de izquierdas para tratar de adelantar al propio Lorenzo, al que llevó por delante y dejó sin opciones de triunfo en el GP de Holanda. Lorenzo tuvo suerte y al menos, como su rival, pudo continuar la carrera y remontar hasta la sexta posición, pero ya está a 28 puntos de Casey Stoner, que no pudo dar alcance a Ben Spies. El estadounidense festejó los 50 años de Yamaha -la moto iba decorada con el rojo y el blanco para la ocasión-, rompió una racha de 83 carreras consecutivas sin que sonase el himno de Estados Unidos en MotoGP y logró su primer triunfo en la categoría reina.
Eso, el triunfo de su compañero, fue lo único positivo que extrajo Lorenzo, muy cabreado con el comportamiento de Simoncelli, noveno: "No hay que ver la reptición. Él no ha venido a tirarme, pero parece que no piensa las cosas mucho. Pensaba que había aprendido". El actual campeón volvió a advertir que "si no cambia de actitud lesionará a más pilotos" y no dudó en afirmar que si formase parte de la comisión de seguridad "le quitaría la licencia varias carreras". Simoncelli quiso disculparse poco después de concluir el GP de Holanda: "Lo siento. Pido disculpas a Lorenzo, estoy muy arrepentido por lo que ha pasado. Yo estaba un poco nervioso y me han perjudicado las condiciones de la pista, entre seca y mojada".
La remontada
El juego de las hipótesis sólo acaba sirviendo para los escritores y las novelas, pero de no ser por Simoncelli, Lorenzo, que se puso primero en la salida en un brillante eslalon, hubiese opositado por un triunfo en el circuito de Assen, propicio para Yamaha. El mallorquín llegó a rodar 15º y marcó su mejor vuelta en el último giro. Lorenzo acabó a poco más de un segundo de alcanzar a Nicky Hayden, después de una remontada constante: se puso 13º por los abandonos de De Puniet y Abraham, 11º tras adelantar a Barberá, 10º después de superar a Bautista, 9º por el paso por el taller de Crutchlow, 8º tras pasar a Elias, 7º tras batir a Aoyama -sustituto de Pedrosa- y finalmente 6º después de comerse a un Edwards con problemas en su moto. Lorenzo sumó 10 puntos por los 20 de Stoner, que tuvo contratiempos en el ecuador de la prueba y entendió que un segundo lugar era un tesoro: Spies era inalcanzable. Tercero fue Andrea Dovizioso, que se coloca a nueve puntos de Lorenzo, seguido por Valentino Rossi.
Mejor que a Lorenzo le fueron las cosas a los pilotos españoles en las otras dos categorías. En 125cc hubo triplete con la victoria de Maverick Viñales, el segundo puesto de Luis Salom y el tercero de Sergio Gadea en una carrera que la organización decidió dar por concluida cuando se llevaban dos tercios por la lluvia. En Moto2 Marc Márquez aprovechó la caída de Stefan Bradl para anotarse su segundo triunfo.