Simplemente, gracias

Artículo escrito por: Manu Azpicueta

Miro fijamente el póster de los campeones de Europa y aún no doy crédito. Veo en la televisión las imágenes del desfile triunfal de La Roja por las calles de Madrid y sigo frotándome los ojos. Lo que ha hecho esta selección es de traca, aunque estoy seguro de que todos vosotros sabéis la palabra que buscaba, pero que no queda bien al escribir. Y de bien nacidos es ser agradecidos. En el momento en que terminó la final todos nos sentimos campeones y lo seguiremos haciendo cada vez que España levante una copa.

Uno de los más felices, seguro, es Vicente del Bosque. Ese bonachón salmantino que no servía para entrenar al Madrid, o al menos eso creían Valdano y Florentino, se ha convertido en el mejor entrenador del mundo. Nadie tiene en su palmarés Eurocopa, Mundial y además 2 Champions-las dos últimas que ganó el Madrid, por cierto-.

Del Bosque es el mejor seleccionador posible por su carácter, por su saber estar y por paciencia. Esto último viene porque se le han dado muchos palos “Que no se llevó a Adrián”, Que no se lleva a Soldado”, “Que por que convoca a Negredo”, “Que si el falso nueve”… Son sólo algunos ejemplos. Pues el tiempo le ha dado la razón en forma de título y de juego brillante sobre todo en la final.

Las gracias también son para los 23 jugadores. Digo bien, los 23. Tanto los que jugaron más, como los que jugaron menos, o los que no jugaron son igualmente partícipes de este éxito. El buen rollo es una gran actitud de cara a la conquista de títulos y ese buen ambiente es importante dentro y fuera del campo. En esta selección hay expertos en hacer vestuario, hacer equipo y crear un ambiente sensacional en todos los días de concentración. Uno de esos maestros es Pepe Reina, pero no es el único.

Gracias España por conquistarnos el corazón, por hacernos reir, por hacernos llorar de alegría, por hacernos salir a la calle y cantar sin miedo que somos españoles. Algún día despertaremos de este sueño, y perderemos, pero joy no es ese día.