Gracias, por hoy, ver más allá de una apariencia.
No todos tienen valor, para desafiar lo establecido.
Pero tú, lo hiciste, sin sentir ni por un instante temor alguno.
¡Qué importa saber del todo de dónde vienes o a dónde vas!
Lo que brota del fondo de tu alma, al final, es lo que cuenta.
Es lo que le da substancia y sentido real a cualquier ser humano.
Gracias, por sostener la mano del que se siente a punto de desfallecer.
Aún sin tener la misma sangre, el lazo que nos une se llama amor.
Ese sentimiento que va más allá de una mera sensación física.
Brilla y crece, sin importar de dónde se origine o a dónde termine.
¿Acaso no es eso lo más similar a un milagro terrenal?
En tiempos turbulentos se agradecen corazones así;
Dispuestos a dar sin dejarse llevar por temores infundados.
Gracias por seguir adelante, sin detenerte ante nada.
Aunque hoy, por un instante, sientas que es totalmente imposible,
Te encontrarás a alguien que te ayude a sanar un poco tu corazón.
Valórala cuando eso llegue a suceder, y regrésale al mundo esa dulzura.
Si no crece el río, al final, podría terminar secándose en un momento.
No dejemos que la luz se apague de golpe en un mundo tan oscuro.
El mañana se puede salvar si las mentes y los corazones se abren.