-Como habéis hecho una huelga el domingo de ramos, nuestra propuesta ahora tiene que ser distinta.-
Son las palabras con las que Guillermo Gutiérrez ha justificado la presentación de la nueva propuesta, que supone un claro retroceso con respecto a la que plantearon en reuniones anteriores, que ha entregado a los representantes de los trabajadores en el encuentro celebrado hoy a las cinco de la tarde en las instalaciones de Tussam. Ése es el talante negociador de este individuo; como os habéis rebelado ahora tendréis que recibir vuestro merecido castigo. En las filas del victorioso ejército de Franco no hubiese ni siquiera despintado.
Los trabajadores podrían igualmente haber planteado como excusa que los han obligado a acudir a la huelga y, como la han tenido que hacer, pues elevan el listón de las reivindicaciones, entre otras cosas para recuperar el salario perdido en la huelga y el que se les debe desde el año pasado. Pero no ha sido así. Los trabajadores han mantenido hasta ahora la coherencia inicial y han capeado el desplante de este prepotente a sabiendas que sólo él quiere que la huelga se lleve a cabo y no precisamente por defender los intereses de la empresa, sino otros muy distintos y tan oscuros y mezquinos que ni siquiera se atreve a exponerlos abiertamente.
Hay que ser estúpido para creerse a pies juntillas que a quienes trabajan en esta empresa no les gustaría disfrutar de la feria como el que más y que estén, masoquistas ellos, empeñados por gusto en no hacerlo y además perder una paga completa de las tres que tienen a lo largo del año. Sólo los imbéciles son capaces de tragarse semejante patraña sin rechistar.
Los trabajadores, a pesar de las continuas provocaciones de este gladiador de tres al cuarto, se han emplazado a una nueva ronda de negociaciones que se llevará a cabo mañana por la tarde y donde pondrán sobre la mesa sus propuestas para ser debatidas. Es un ejercicio más de responsabilidad ante una dirección formada por este dúo dinámico casi afónico que nunca ha dado la talla.
Con gente así, no me extraña que el ayuntamiento esté en bancarrota y acorralado por las acciones judiciales. De gloria, desde luego no se van a cubrir, de otra materia oscura y de un olor bastante más desagradable ya están hasta las cejas.