Cada 19 del mes fieles se congregan en la parroquia Inmaculado Corazón de María, pero el paro de UTA cambió hoy el escenario, sin verse las largas filas de espera para saludar al santo.
Florencia, férrea creyente del santo guerrero, caminó 8 kilómetros desde su casa en Lastenia para llegar a cumplir su promesa, después de una operación en su rodilla. “Salí a las 3 y llegué a las 6, tenía que venir”, aseguró.
Los puestos de venta de velas, flores, rosarios, y más están vacíos, el paro se hace sentir y mucho, cuenta una de las vendedores. “Llegué a las 5, porque a las 6 abren la iglesia, pero solo vendí un paquete de velas y dos claveles”, contaba al móvil de LPTV.