La disyuntiva que plantea la entrevista que le concediera, poco antes de su desaparición física, el pensador cubano Fernando Martínez al periodista español José Manzadena, sirve de brújula para esta segunda recopilación.
La insistencia de aquellos que proponen la restauración capitalista para Cuba y la disfrazan de novedad y futuro son también responsables del cambio de título, el cual, sin dudas, define el mismo centro y esencia de la polémica.
Realmente, tendría poco que agregar a lo que ya dije en el anterior prólogo sobre las plataformas que promueven la restauración capitalista para Cuba; solo apuntar que ya no es el mismo escenario porque algunos definieron mejor su posición o cambiaron el disfraz por otro como la etiqueta de "socialismo democrático". Otros fueron más sinceros y reconocieron su posición pro capitalista abiertamente.
Quienes se escondieron tras los viejos fantasmas de la parametración o la intolerancia ante la crítica, se quedaron sin la coartada de la persecución para hacer valer alguna que otra obra sin valor en el mercado de la traición que nos propone ese capitalismo que defienden. Todos dijeron o publicaron lo que dijeron otros, incluso hasta alguna que otra "guapería intelectual". Repito: el debate no pudo ser más esclarecedor y fructífero en la Cuba de hoy, compleja, llena de derechos y contradicciones.
Yo invito, entonces, a leerlo todo otra vez, pero en especial aquello que se dijo después de que circulara el tomo anterior: Centrismo en Cuba: otra vuelta de rosca hacia el capitalismo, pero ahora: Sin confusión: o socialismo, o capitalismo.
M.H. Lagarde