Por Ulises Harada
Generalmente no soy yo quien escribe sobre los Cowboys en esta página (ese es un honor de Luis Obregón), sin embargo el día de hoy me levante inspirado para darles mi opinión sobre un fenómeno que sucede sin falta cada fin de año: la debacle de Dallas en el mes de diciembre.
Sin duda es uno de los fenómenos más curiosos que ocurren en la NFL ya que de pocas cosas se pueden estar seguro en los últimos 10 años, como de que Tom Brady pierde en Miami en diciembre, que Big Ben domina a los equipos de Ohio o que los Raiders o Bills se van a quedar sin playoffs. También es un hecho de que los Cowboys no son un equipo que juega bien en diciembre, sin embargo eso no es sólo la responsabilidad del lighting rod favorito de toda la NFL: Tony Romo.
Es cierto que Romo no tiene sus mejores momentos en este mes, pero decir que él tiene la culpa de los colapsos de los Cowboys es este mes es simplemente un comentario ignorante (una disculpa si ofendo a alguien), ya que, para empezar, las derrotas de Dallas en diciembre no serían relevantes de no ser por su quarterback.
Fuera de 2010, cuando se lesionó Romo, los Cowboys llegaron a diciembre con plenas posibilidades de calificar a Playoffs, algo que sólo ocurrió en la temporada 2009 y que podría pasar este año, en caso de que los Cowboys ganan los últimos dos partidos de su calendario. Si Dallas gana estos últimos dos juegos las derrotas contra Chicago y Green Bay quedarán en el olvido. De lo contrario se sumarán al récord de “elimination games” de Tony Romo (una reverenda jalada de estadística que sólo se utiliza con Romo). El juego de ayer refleja una realidad muy clara y es que los Cowboys no son un buen equipo, no tienen defensiva y el playcalling y coaching es simplemente inferior. Si a eso le añadimos las entregas de balón del QB de los Cowboys el resultado debe de ser desastroso.
1.- Una defensiva pésima, a niveles históricos.
Evidentemente es culpa de Tony Romo que los Cowboys permitan casi 6 mil yardas y 28 puntos por partido. Ningún QB puede ganar con esos números. Tom Brady y Peyton Manning jamás han tenido una defensiva tan mala (y eso que para la mayoría, los fracasos de Manning son culpa de su defensiva) en su carrera. Cuando Drew Brees tuvo una defensa tan mala, en 2012, el récord de los Saints fue de 7-9, sin playoffs y nadie lo acuso de choker…
2.- Playcalling y coaching
¿Se acuerdan cuando le quitaron a Jason Garrett el playcalling para evitar que esto sucediera? Pues Bill Callahan también se rehusó a correr el balón, a pesar de que Green Bay fue vulnerable durante todo el juego a este tipo de situaciones. La primera intercepción Romo hizo un cambio de jugada y fue el correcto (el pase fue malo, de lo contrario hubiera sido el TD del triunfo), sin embargo fue un error del QB.
Pero el equipo en general se veía derrotado una vez que Green Bay comenzó a remontar. Este equipo tiene una mentalidad perdedora, un esquema defensivo que no sirve y la verdad es que el equipo está roto. Dez Bryant se va del juego antes de que terminen y luego no quieren que lo cuestionen por compromiso y liderazgo. La primera reacción de Jason Garrett es linchar a su QB (aunque sea culpa de Romo no se hace). Fuera de Romo, Witten, Lee y Ware no tiene líderes ni identidad.
Esa es una cultura que se cultiva en el locker y que es responsabilidad de todo el staff del coaching.
3.- Tony Romo
Evidentemente una parte de la culpa de los fracasos de los Cowboys tiene que ser Tony Romo. Lo dijeron en NFL Network el domingo por la noche y es una verdad: “Hemos visto a Tony Romo en este tipo de situaciones muchas veces (con el juego cerrado a 5 minutos de terminar) y constantemente el resultado es negativo, la mayoría de las veces comete los errores o falla en su objetivo, algo que no pasa con otros QB”.
Y eso es verdad, afortunada o desafortunadamente se juzga a Tony Romo en un mismo nivel con los QB elite de la NFL y evidentemente no está a ese nivel tanto mentalmente como en talento alrededor. Pero el culparlo de todas las derrotas de su equipo y ponerlo como un QB choker es un argumento simplista, sobre todo porque las situaciones en las que él juega son completamente distintas a la mayoría de los quarterbacks de la NFL.
Sin duda no voy a cambiar el punto de vista que las personas tienen sobre Romo, ya que al final del día siempre es divertido tener a alguien de quien quejarse y burlarse cada domingo de NFL (una de las cosas que hacen de este deporte una maravilla). El único objetivo de este post es mostrar que no todo lo malo que le sucede a los Cowboys es por culpa de su quarterback.