El caso de este auxiliar administrativo de 37 años es significativo, pero hay muchos más. Natural del municipio coruñés de Carnota, entró a trabajar en Cogami Lugo hace ocho años, pero ahora teme tener que abandonar su empleo y recluirse en casa. «Se me quitan este servizo vería moi limitada a miña vida. Non podo permitirme vir ao traballo en taxi», lamenta.
Un furgón lo traslada desde su hogar en la urbe amurallada al centro situado en Fingoi sobre las ocho y diez de la mañana, y lo devuelve a las cuatro de la tarde, al acabar la jornada laboral. «Para min é moi importante porque me permite non depender de ninguén», resalta Javier, que vive a cinco kilómetros de Cogami. Desplazarse en su silla de ruedas, aunque es eléctrica, no es viable. «Tería que depender do bus, que ao mellor non vén á hora, do tráfico, das condicións climatolóxicas... Se o piso está con chuvia ou neve é un perigo porque se che pode ir a silla e ter un accidente», relata. Su desarrollo como persona es vital. Algunos fines de semana el 065 lo desplaza a Carnota, donde vive su familia. «Son máis de 400 quilómetros e necesitaría enlazar tres autobuses, e se non están adaptados tería que depender de moita xente», apunta. Y el coste económico sería inasumible.http://www.lavozdegalicia.es/noticia/lugo/2013/11/21/sen-transporte-do-065-vereime-obrigado-renunciar-ao-traballo/0003_201311L21C5993.htmEste obra está bajo una Licencia Creative Commons Atribución-NoComercial-CompartirIgual 3.0 Unported.